24 septiembre 2006

El Albergue Español

Antecedentes:
Para bien o para mal, que de ambas hay, soy de Madrid desde que nací.
Desde pequeño he pasado todos los veranos (de los de antes, de tres meses) en Euskadi y cuando comencé a viajar, lo hice por toda España (independientemente de si todo el mundo considera "España" los lugares que yo he visitado), que creo que conozco razonablemente bien.
Además he vivido en Cantalojas, un pequeño pueblo de Guadalajara, un año; tres meses en el Pantanal boliviano, tres años en una Reserva Natural perdida del Caribe costarricense, tres meses en las islas Galápagos de Ecuador, y estoy a punto de comenzar una nueva etapa en Baja California, México.
Por otro lado he viajado bastante por América (del Norte, del Sur y del Centro) y Europa y conozco algo de Marruecos.
Mi idioma materno, y paterno, es el español (y pongo español y no castellano y el por qué, es de lo que va esta entrada) y hablo un poco de inglés (bueno lo suficiente para poder trabajar con estadounidenses, pero no como para ver una película sin subtítulos).
Resultado:
El hecho de haber vivido en distintos países y realidades (hay más diferencias entre Madrid y Cantalojas, que entre Madrid y San José) y haber viajado, digamos que bastante, me ha abierto la mente, que no quiere decir que sea abierto si no que, soy más abierto de mente por eso.
Todo esto ha hecho que aprenda que lo importante de un idioma es su capacidad como vehículo de comunicación, independientemente de lo bien o lo mal que lo hables. Cuando en el colegio te quitan puntos por no conjugar perfectamente en inglés, francés o el idioma que sea, es ridículo, teniendo en cuenta que probablemente aunque lo conjugues perfectamente eres absolutamente incapaz de hablarlo correctamente; pero la primera vez que usas ese idioma, que no es el tuyo, te das cuenta que lo hablas fatal, pero que a pesar de eso te entiendes con la gente.
Es lo mismo que lo siguiente: Tu pedues leer etso a pesar de etsar copmtelematne mal etsrico. Te costará más o menos, pero al final lo entiendes.
Y esto es lo importante del lenguaje, lo hablarás mal o bien, pero te sirve para entenderte, para comunicarte con otras personas, estrechando lazos, intercambiando experiencias, desarrollándote personalmente... el lenguaje debe tender puentes y nunca levantar barreras.
Y a lo que viene:
Ayer vi una felícula francesa llamada "L'Auberge Espagnole" sobre un grupo de universitarios europeos que pasan un año en Barcelona de "Erasmus". En un mismo piso conviven seis o siete nacionalidades y por encima de nacionalismos estúpidos, todos se entienden en un sólo idioma, el inglés. En un momento dado, un grupo de estos estudiantes europeos se queja en la universidad porque las clases son en catalán.
Una vez que nos dejamos de tonterias, vemos el inglés como un idioma con el que comunicarse con personas de todo el mundo, no como el "idioma del imperio opresor" y, aunque preferiría que fuera el español porque lo hablo mucho mejor, es una suerte hablar inglés y poder ir a casi cualquier sitio del mundo y entenderte con la gente a modo de idioma común universal. Además el inglés es el idioma científico del mundo, lo que facilita, estimula y hace avanzar la ciencia mucho más que si no hubiera en este terreno un idioma dominante. En este sentido es curioso comprobar en casi cualquier base de datos de bibliografía científica de Cataluña, cómo puedes buscar artículos en catalán y en inglés, pero cuando lo intentas hacer en español, casualmente nunca funciona.
Si te vas de Erasmus a Finlandia, Dinamarca, Holanda, Suecia... con idiomas minoritarios hablados exclusivamente por los locales, las clases son en inglés y no en finés, danés, holandés o sueco. ¿Están los finlandeses, daneses, holandeses, o suecos traicionando su lengua y su cultura? ¿La están perdiendo?No, están tratando de comunicarse.
Cuando un europeo viene de Erasmus a España (lo que todo el mundo, salvo España, considera España), además de venir a completar sus estudios y tener una experiencia inolvidable, viene a aprender una de las lenguas más ampliamente distribuidas en el mundo, y la segunda en importancia después del inglés, ¡el español!
Lo que hoy día pasa en Cataluña con el catalán (y aquí levantaré suspicacias, pero me da igual, ya sabes, es lo que pone en mi perfil) me parece de un provincianismo patético, de una cortedad de miras digna más de Cantalojas (a la sazón un pueblo de apenas 100 habitantes, la mayoría de más de 70 años) que de la Barcelona cosmopolita que pretende ser, de un complejo de inferioridad de psicoanalista argentino y, lo más grave, de una triste ausencia de querer comunicarse con los demás, entendiendo "los demás" aquéllos que no hablan catalán.
Muchos habrán que no coincidan conmigo, afortunadamente, y muchos dirán que es parte de la idiosincrasia española, pero en esa misma película, decía el personaje de una belga valona que cuando en su país va a la parte flamenca se ha de pasar por francesa para que la hablen en francés ya que de lo contrario sólo la hablan en flamenco. Así como me contaron que un dicho sueco dice que, en Suecia, "la envidia es el deporte nacional"
No tenemos tanta idiosincrasia, ni somos tan especiales como nos creemos, ni "Spain is different", sino más bien "en todas partes cuecen habas".
La cultura catalana y el idioma catalán, así como la vasca, la gallega, la castellana, la inuit, la malaya o la bosquimana, son patrimonio de la humanidad y debemos hacer lo posible para conservarla, pero sin levantar barreras que nos dividan, sino puentes que nos unan.
Espero comentarios que me permitan seguir abriendo mi mente y entender mejor por qué se usan los idiomas para crear barreras y no para lo que son:
COMUNICARSE.

6 comentarios:

Carlos dijo...

Que envidia, en baja california, a veces mi cabez me lleva hasta allí a remar y a buscar ballenas (no he estado nunca, pero me gustaría).

Sobre tu discurso sobre el egocentrismo catalán sólo un idea para reflexionar: es todo un clásico en la historia de la humanidad (por las veces que se ha repetido) la metamorfosis de roles de oprimido a opresor en los procesos de cambio. Lo más curioso de este proceso es que el opresor (antes oprimido) utiliza argumentos de su antiguo rol que le incapacitan para identificar su rol real y para ver que efectivamente esta haciendo el payaso (como menos).
En política es muy facil de identificar esto: partido en la oposición gana elecciones (es igual el partido que sea), su discurso durante los primeros años sigue siendo de oposición, en la admnistración local esto resulta una auténtica charlotada.
Otra idea para la reflexión: la emociones fluyen mejor en el idioma propio, la satifacción del emisor en decir lo que siente en su "lengua materna" es un placer que no se debe perder, las traducciones pierden un porcentaje elevado "pasión" comunicativa aun cuando no se entienda, paradójicamente el componente no verbal envuelve las palabras, ...obviamente esto sólo es posible en relaciones personales de afecto, no es nada aconsejable en relaciones comerciales.

Anónimo dijo...

Pues sí, pero es que los portugueses hablan muy bien inglés, ya que jamás han visto una película doblada... y eso ayuda.
Lo de Jorge Postabella es el tipo de actitudes que dan mala imagen de todo un pueblo, los catalanes.
¿Has visto las respuestas de Eto'o y Ronaldinho a preguntas en catalán por periodistas? Interesante.
Carlos, si te decides a venir a Baja California, contacta conmigo, estaré alli hasta mayo y sería bueno conocernos allí.
Lo de los políticos es patético, como tu dices están dos años haciendo oposición en el gobierno y los otros dos haciendo campaña. Por supuesto, y por si hay dudas, todas las lenguas deben seguir siendo habladas, lo que quería decir es que si nos podemos comunicar en un idioma, ¿para qué te voy a hablar en otro que no entiendes o que entiendes peor?

Anónimo dijo...

ole, ole, y ole...
;-)

Lorena dijo...

Hola Iñaki!!!, en mi opinión no lo has podido explicar mejor y estoy totalmente de acuerdo. Está claro que no debemos dejar perder nuestros orígenes, nuestra lengua materna, pero eso no ha de impedir la comunicación. Como tu dices el idioma es para comunicarse y no para levantar muros entre nosotros. Yo creo que en el caso de Cataluña hay de todo como en todas partes pero es cierto que es desagradable que te dirijas en español y te contesten en catalán aún cuando ven que no les estás entendiendo, esto se llama mala educación, menos mal que todo el mundo no entra en el mismo saco. Un saludo y mucha suerte en Baja California¡que envidia!

Francisco dijo...

Oye tú, que en Cantalojas no son tan provincianos... Mi abuela era de Cantalojas y yo hablo ingles muy bien!!!

Anónimo dijo...

Me encantó la película, plasma perfectamente la experiencia de irse a vivir al extranjero por un periodo de tiempo, merece la pena verla.