22 marzo 2009

En Cabañeros

El Parque Nacional de Cabañeros protege un poco valorado ecosistema típicamente español, el matorral mediterráneo, llamado maquis o maquia en Francia, Italia, Portugal y España, chaparral en California, México y Chile, fynbos en Suráfrica y bushland en Australia.
Poco apreciado en nuestro país en general, donde suelen preferirse los bosques de hayas y robles de latitudes más norteñas, los matorrales mediterráneos están catalogados como el segundo ecosistema del mundo más diverso en especies vegetales, siendo el fynbos surafricano su máximo esponente, con más de 8000, casi todas endémicas de Suráfrica.
Y así, mientras en un típico bosque centroeuropeo, podemos encontrar bosques donde una especie es claramente dominante y no cuenta con más de 15 especies, en ciertas zonas de matorral español podemos llegar tranquilamente a las 300 especies, algo impensable más allá de los Pirineos.
Pero no sólo de matorrales vive Cabañeros. Para sorpresa de muchos, incluyéndome a mí, este parque posee unos preciosos bosques de encinas, quejigos y melojos, salpicados de arces, abedules, madroños, alcornoques, serbales, acebos y tejos entre otros.
Un compañero de Mónica, Jorge, trabaja en este parque y tras una de las muchas fiestas a las que Mónica asiste, surgió el típico plan que luego nunca sale... pero esta vez salió.
Así que gracias a Jorge, que trabaja allí, Mónica, que lo movió todo con su habitual persistencia y Julia, la chica de Jorge, que organizó la logística, nos juntamos 15 personas para pasar el fin de semana.
El primer día hicimos una ruta en un todo terreno con un guía, que de matorrales sabía un rato y por el camino vimos además buitres, leonados y negros.
Pasamos por La Raña, una llanura salpicada de encinas como si fuera una sabana y que en durante la berrea de los ciervos llega a congregar más de 2000 de estos animales, por lo que los lugareños la hacen llamar "el serengeti europeo".
Aunque no vimos nigún ciervo, si pudimos disfrutar de la presencia de un tímido corzo.
Ese mismo día por la tarde fuimos al río Estena, donde una formación rocosa, llamada boquerón porque asemeja a una gran boca, da nombre a una ruta por la rivera del río bastante bonita.
Al día siguiente y con más tiempo para andar, fuimos hasta Navalucillos para caminar hasta el Chorro que es una cascada de unos 15 metros de altura, y hasta otra pequeña cascada corriente arriba de acceso más difícil pero definitivamente más bonito.
De las 15 personas que nos juntamos, casi todos eran de la carrera de Mónica, de las que yo sólo conocía a tres (Laura, Pili y Amaia) y, como no podía ser de otra manera, se pasaron las horas muertas contando anécdotas universitarias, más graciosas si las has vivido, supongo...


Buitres leonados y negros en el muladar de La Raña. También había algunos milanos, negros y reales


Mónica, Pili, Laura y Amaia en la laguna de los Cuatro Morros


De vuelta hacia Horcajo de los Montes, pasamos por este quejigar


El Boquerón


Amaia, Pili, Laura y Mónica posan en el Chorro


Mónica y yo hacemos lo propio


Detalle del río bajo la cascada


La otra cascada, por encima del Chorro


En las zonas de salpicaduras de las cascadas había un montón de narcisos


Más flores


Volviendo hacia el coche por el cortado que da acceso a la zona de la cascada de arriba

Conclusión: el Parque Nacional de Cabañeros bien merece una visita, y aunque parece ser que lo típico es ir durante la berrea, tiene suficientes atractivos como para ir en cualquier momento.

17 marzo 2009

De curas, linces y gazpachos mentales

Rara vez comento la actualidad en este, mi espacio, pero hoy tengo un rato aburrido y voy a entrar al trapo de los curas y explicar algunas cosillas, para quien quiera leerme.
Como ha salido en todas partes no pongo ningún enlace, pues podría poner cientos.
El caso es que la Conferencia episcopal ha presentado una campaña con el objeto de defender sus ideas confundiendo.
Y digo confundiendo, porque no son las cosas como las muestran, y ellos, al menos en parte, lo saben.
Saben que en España los niños como el que ilustra el cartel que han presentado, son el bien más protegido y cuidado; así que si quisieran atenerse a la realidad, deberían poner la foto de un feto de no más de 14 semanas (o de doce si se atienen a la legalidad todavía vigente). Pero claro, el cartel no quedaría tan tierno... ni tan sensacionalista.
Además, confunden, o están confundidos en lo referente al lince, ya que no se protege a los individuos sino a la especie, lo cual es muy diferente.
Como decía Ensrt Mayr, uno de los más grandes científicos del siglo XX, en su excelente libro "Así es la biología", la vida es un continuo, que comenzó hace 4000 millones de años, por lo que definir tan exactamente cuando empieza y cuando acaba, es ciertamente arrogante por parte de quien lo intente.
Un embrión es vida, tanto como un óvulo o un espermatozoide, y nadie diría que un espermatozoide o un óvulo es un ser humano en potencia, a pesar de que biológicamente tienen la misma potencialidad.
Al ser un embrión dependiente de otro ser para su desarrollo completo, es éste ser quien tiene la capacidad en exclusiva de decidir sobre su desarrollo.
Pero resulta, que los curas no sólo quieren decidir sobre lo que no tienen potestad inmiscuyéndose en asuntos privados, sino que además dicen lo que es moral y lo que no, olvidando que durante los siglos que ellos mandaban, (casi todos hasta el siglo XX), la moral ha ido cambiando según sus propias necesidades y conveniencias.
George Olivier, que fue profesor de antropología en la universidad de ciencias de París, en su libro "Ecología humana" nos recuerda que en tiempos se consideraba que los esclavos no tenían alma y por tanto se les podía matar sin cometer pecado; igualmente se podía matar a los herejes con toda moralidad, y afirma que la "moralidad" que condena el aborto, cambiará.
Marvin Harris famoso antropólogo y divulgador, en el libro escrito junto a Eric Ross "Muerte, sexo y fecundidad" cuenta cómo hasta el siglo XVIII, la Iglesia católica permitía una práctica muy habitual durante siglos y que consistía en voltearse "descuidadamente" en la cama sobre el bebé no deseado para, al despertarse, "percartarse" que éste había muerto.
En el mismo libro habla cómo en los países con más represión hacia el aborto, aumenta el infanticidio, que termina por ser consentido por la falta de pruebas de intencionalidad.
El mismo autor en su libro "La cultura norteamericana contemporánea" nos dice que las tasas de natalidad entre los católicos antiabortistas y los colectivos proaborto no tienen diferencias significativas. Añade, además, que está demostrado que una legislación antiabortista sólo reduce la tasa de abortos entre los pobres.
Así que, independientemente de que por lo que sea, estés a favor o en contra del aborto, lo que desde luego no debe hacerse es tomarse el tema con tanta ligereza e hipocresía como lo hace la iglesia católica.
Con la ley del aborto, lo único que realmente se consigue es evitar la criminalización de las mujeres que abortan y por tanto democratizar el aborto, que legal o ilegal se da, porque en caso contrario, las ricas se librarían a base de abogados y las pobres pagarían por no poder pagar a los picapleitos.
Por otro lado, esta ley no obliga a nadie a abortar, así que, si no te gusta, no abortes, pero deja en paz a la gente que toma esta decisión.
Para colmo, todo esto coincide con el viaje del Papa a África, donde va diciendo cosas que, como dicen oficialmente Francia, Bélgica o Alemania, "atentan contra la salud pública".
Supongo que eso es su manera de proteger de la vida.
Un enlace con varios enlaces donde se muestra cómo ciertos altos estamentos de la iglesia católica protegen la vida, así en general: El blog del becario.
Y otra muestra del valor de la vida para ellos: El Vaticano no apoya ante la ONU la despenalización de la homosexualidad, lo que supone alienarse junto a países como Irán y Arabia Saudí, donde la homosexualidad es motivo de pena de muerte.
Supongo que no apoyan la pena de muerte en estos casos, pero con esta decisión, legitiman, justifican y comprenden la medida.
El catolicismo está basado en la enseñanzas de Jesús, el que decía que prefería atender a una "oveja descarriada" que a un rebaño entero bien encarrilado. La iglesia actual, siguiendo sus enseñanzas, excomulga a las ovejas descarriadas.
Es hora que las comunidades cristianas de base, tomen el poder que, cual fariseos, ostenta la curia romana del Vaticano. Mejor nos iría, seas o no, cristiano.