En mi casa la primera televisión entró cuando yo tenía unos siete u ocho años, y eso tras una terrible, supongo, insistencia por mi parte y la de mis hermanas.
Por supuesto era en blanco y negro.
Como ya era mayorcito, recuerdo perfectamente lo primero que vimos: Los payasos de la Tele.
Afortunadamente apenas nos la dejaban ver, a parte del citado programa, veíamos Sesión de Tarde, que era algo así como el peliculón para todos los públicos que ponían los sábados después de comer y que solían ser películas de vaqueros (aunque yo siempre iba con los indios) y, lo que yo más esperaba de una semana a otra: El Hombre y la Tierra.
Posteriormente nunca he sido un fan de Félix Rodriguez de la Fuente, aunque por supuesto reconozco el enorme mérito e importancia que tuvo, y no sólo como divulgador. Él fue uno de los principales artífices para la desaparición de las Juntas de Exterminio de Alimañas, la abobinable idea franquista para acabar con todos los depredadores ibéricos; por aquéllas épocas se pagaban recompensas por las cabezas de águilas imperiales, linces ibéricos y demás fauna en la que hoy nos gastamos millones para que no se extinga.
Pues bien, recientemente RTVE, ha tenido la buena idea de reponer su famosa serie de El Hombre y la Tierra, remasterizada y todas esas cosas, y, en última instancia, si hoy estoy viviendo en Kenia es gracias a ese programa, que supuso mi primera gran ventana al mundo natural.
Afortunadamente dispongo de tiempo libre y conexión a internet para poder volver a ver la serie completa.
No hay comentarios:
Publicar un comentario