Como no podía ser de otra manera, éramos demasiados, ya sabéis, básicamente me sobraban todos menos una.
Pero la verdad es que tenía sus cosas buenas, te dejaban en un lado del camino, caminabas unas 4 horas y te recogían al final de la ruta, de modo que no tenías que volver.
Después de la marcha, accesible para casi cualquiera, a parte de para unas japonesas que acabaron hechas sushi, teníamos reserva para comer en un restaurante famoso de la zona donde mucha gente de Nairobi va los fines de semana: Oleopolos, que parece el nombre del de la película Zorba el Griego.
La especialidad del restaurante son los asados de carne, básicamente carne de pollo (cucu choma), cabra (mzuri choma) y vaca (nyama choma), todas de razas massai y criadas por massai, los ganaderos-pastores de la zona.
Un grupo de argentinos que comió con nosotros se sintió como en casa, a falta del mate.
En el restaurante no había cubiertos, ni para servirte ni para comer, así que es un sitio muy recomendable, especialmente para ir con niños "educados" en nuestro "civilizado" mundo.
Poco antes de entrar al restaurane vimos una cabra a la que arrastraban de una pata y que oponía una fuerte resistencia, además de berrear a todo pulmón; obviamente sabía adónde iba.
Uno de los guardas del servicio de parques nacionales que nos acompañaba por motivos de seguridad; se puede ver que está tenso y alerta ante los innumerables peligros que nos acechan, y que no deja de agarrar con dedicación su Kaláshnikov. En este país la seguridad de los mzungu es unos de los mayores negocios, así que cualquiera les dice que un sitio es seguro
Una vista de las colinas; todavía quedaban retazos de lo que debió ser un increíble bosque de montaña africano, uno de los ecosistemas más amenzados de este continente
Mónica trata de agarrarse a un árbol; el viento era terrible y apenas podías caminar, por lo que terminamos la ruta a gatas
Las Ngong Hills son famosas por la cantidad y diversidad de flores y mariposas, aquí van unas cuantas flores; las mariposas se las llevó el viento. Como desgraciadamente todavía no sé de qué flores se tratan, no pongo comentarios:
Los hermanos de estos compartieron mesa con nosotros:
Desde la terraza del restaurante se podía divisar el valle del Rift y las tormentas que caían, nosotros tuvimos suerte con el tiempo, nublado, sin calor y sin lluvia. Hoy me han preguntado cuando era la época lluviosa en mi país, al principio me he quedado un tanto desconcertado y luego he contestado que en primavera y otoño, pero citando los meses, que si no no se enteran
Y eso ha sido todo, una bonita excursión que es más fácil de hacer si te llevan y te recogen puesto que al no ser circular, se haría muy larga la ida y la vuelta.
4 comentarios:
Esa foto del viento tiene que ser un fotomontaje... ¿en serio hacía tanto viento? Q foto más buena!
jajaja ¡¡era brutal el viento!! ya sabes que Iñaki sólo revela las fotos, no las retoca...
¡A ver cuándo sentís en vuestras carnes estos vientos!
besos
No se dice revelar, se dice procesar, puesto que no es un auténtico revelado. Ya sabéis que yo uso un programa de procesado y clasificación de fotos, pero en esta ocasión, ya creía que nadie iba a decir nada, está RETOCADA con fotochop. Pero queda graciosa no??
Pues yo creía que era la unión de un salto imposible de Mónica y el veloz disparador de la Nikon.
Te ha quedado chula.
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