Una ONG alemana en colaboración con el equivalente alemán del Instituto Cervantes, el Instituto Goethe, ha realizado una película en Kibera (el mayor poblado chabolista del este de África), con gente de Kibera y mayormente para gente de Kibera: Soul Boy.
Está interpretada en suahili y subtitulada en inglés, aunque decir suahili es mucho decir, puesto que lo que se habla en los arrabales de Nairobi es una especie de jerga derivada del suahili llamada sheng.
La película muestra la vida en Kibera de un modo por encima pero suficiente para hacerse una buena idea de cómo son las calles, las casas y las relaciones vecinales.
Además muestra el periplo que mucha gente sigue, yendo de este barrio, uno de los más pobres de Nairobi hasta el barrio más lujoso, Karen (donde vivía Karen Blixen, la autora de Memorias de África)
No voy a decir que sea una gran película, pero me sorprendió gratamente y desde luego es muy recomendable y mucho mejor que lo que estamos acostumbrados a ver en las pantallas de cine.
Como sé que no la vais a ver (tampoco lo tendriáis fácil) os cuento que en un momento de la película, el niño protagonista, un chaval de unos 13 años que ha crecido y vive en Kibera, acompaña a un familiar que sirve en una casa de Karen y entabla una pequeña conversación con el "señor de la casa".
Con una sonrisa de oreja a oreja (como durante gran parte de la película) y una ingenuidad impropia de quien vive en un sitio como Kibera, le pregunta que si es feliz, a lo que el señor, con una casa impresionante con caballos en el jardín y todo (perfectamente real en un barrio como Karen) le contesta, con seriedad, que no lo sabe.
Es muy obvio y directo, pero muy real, y es que la felicidad no se basa en el dinero.
Lo dicho: una pequeña película muy recomendable.
Pincha aquí si quieres ver un vídeo promocional de la película.
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