Algunas cosas que me han llamado la atención en Nairobi.
En todas las esquinas hay un puesto de flores. O más.
En cualquier cuneta se montan un vivero de plantas, no me extraña que Nairobi sea tan verde.
En los laterales de las carreteras de la ciudad se monta cualquier tipo de negocio, los más comunes son los de los carpinteros, que además tienen una amplio catálogo de fotos con cosas que han hecho; es lo que una amiga de Mónica, Pili, llama Ikenia.
En cualquier sito un milano te puede dejar sin merienda, tentempié, desayuno o lo que sea que pretendieras ingerir.
A pesar del intenso tráfico de la ciudad casi nunca se oyen bocinas.
A pesar del tráfico suicida casi nunca se ven accidentes y nadie se queja por sufrir una pirula. O más de una.
Todas las casas grandes tienen cuartos para el personal interno. Cuanto más grande es la casa, más pequeño es el cuarto.
Foto en Kswahili se dice picha, que es como decir mal picture que es "foto" en inglés.
Está prohibido fumar en la calle. Si quieres fumar te tienes que meter en algún sitio.
No he conocido a nadie que haya ido al Museo Nacional de Nairobi, que tiene la colección de fósiles de homínidos más importante del mundo (Lucy, el niño de Turkana, el hombre de bosei...)
Ascari es como se llaman aquí a los guardas de seguridad privados; tal y como lo dicen aquí suena a scary que significa "de miedo" en inglés.
En las discotecas no puedes beber en la pista de baile y no puedes bailar al lado de la barra. Conclusión, cuando bebas ni te muevas, cuando bailes ni un sorbito.
Hoy he estado en una cafetería en la cuarta planta de un edificio. Para acceder a ella he tenido que ser autorizado, portar una tarjeta de visitante, cruzar un cuarto estanco con puertas que no se abren hasta que se ha cerrado la anterior, subir cuatro plantas y abrir otras dos puertas. No es por seguridad, es que estaba allí.
En mi casa se va la luz casi todos los días en algún momento y es la única que no tiene un generador por si acaso.
Las urbanizaciones y casas buenas tienen, además de generador, su propio pozo de agua, que no es potable.
La mayoría de los colegios que he visto son del método Montesori. Quizá es que sean los más vistosos.
Las chapas de Mozambique, las matola de Malawi o los dala-dala de Tanzania aquí se llaman matatu y son infinitamente más agresivos que en aquéllos países. Un matatu es una furgoneta con 16 plazas que se llenan hasta 22 y que van como locos por todas partes, poniendo en peligro los puestos de flores, plantas, carpinteros y cesteros de todo Nairobi. En la ONU, recomiendan encarecidamente a sus trabajadores que no los usen.
Las cremas cosméticas más vendidas son las blanqueantes de la piel.
El complemento estético más vendido son las extensiones de pelo liso.
Los indios de la urbanización de enfrente llevan diez días celebrando, por todo lo alto, que un pariente se ha muerto.
En cualquier tasca te pueden servir una Tusker, la cerveza keniana por antonomasia, que por estos lares se pronuncia "tasca".
En Kenia, como en muchos otros países vistos y no vistos por mí, siguen existiendo los lazarillos.
En Nairobi hay más "Mercedes" que utilitarios baratos.
En las farolas de la mediana de la que sería la Castellana de aquí, anidan marabúes, las cigëñas más grandes del mundo.
En los extrarradios de la ciudad las hienas visitan los vertederos y los lepardos se comen a los perros del vecindario.
Como en Madrid te venden pañuelitos en los semáforos, aquí te venden perros. Que si los llevas al extrarradio se los pueden comer los leopardos.
En el Museo Nacional de Nairobi había una foto del equipo olímpico en las olimpiadas del 68 en México DF, con todos los integrantes del equipo, ataviados con gorros de Pancho Villa.
El lodge más famoso del Parque Nacional de Tsavo se llama Man Eaters, (Comedores de hombres) en honor a los leones que se comieron a un montón de trabajadores durante la construcción del tren Mombassa-Kampala.
Una de las atracciones más famosas de Nairobi, y que todavía desconozco, es un mirador adónde llegan las jirafas, donde la gente bienintencionada las alimenta y la malintencionada las tira de la lengua; en sentido literal, puesto que en sentido figurado, carece del ídem.
La casa de "Memorias de África" de Karen Blixen, es el museo más visitado de la ciudad y está en uno de las barrios más lujosos de la ciudad, Karen.
Kibera, poblado chavolista con casi un millón de habitantes sin las más mínimas infraestructuras, forma parte de la mayoría de los circuitos turísticos de las agencias actuales y se ubica a menos de 200 metros de un campo de golf más grande que el mismo Kibera.
Los gorrillas del centro ponen y quitan barreras para reservarse las plazas de aparcamiento para conseguir una propina de los mzungus (hombres blancos).
Como en todas partes, aquí también conocen al Real Madrid y al Barça.
8 comentarios:
Muy blanca y muy pelo liso... voy a triunfar en Nairobi...
hace poco salió un estudio que afirmaba que sólo uno de los dos leones era comedor de hombres. Lo supieron por la señal isotópica del pelaje de ambos leones que se encuentran en algún museo de no se donde.
Creo que te vendría bien leer el sueño de áfrica de Javier Reverté. Te enterarías de muchas cosas de esa parte del mundo, de su historia reciente (la colonización)
Los famosos comedores de hombres se tenían por leones especialmente fieros, agresivos y poderosos; sin embargo era justo lo contrario. Parece ser que eran dos machos viejos que se acostumbraron a cazar hombres porque somos muy fáciles, ya que estaban bastante incapacitados por su edad, a cazar las presas habituales de los leones.
Una prueba isotópica como dices parece irrefutable, pero tal y como son los leones me extraña que no compartieran la comida, que uno cazara una cosa y otro otra.
Ya me he leído varios libros de Javier Reverte, además algunos más de la historia de África, tanto colonial como postcolonial. Es interesante. Ahora me estoy leyendo un libro que te recomiendo, Guns, Germs and Steel de Jared Diamond. El tío es un crack, empezó como profesor de fisiología, se pasó a ecología y trabajó durante 30 años en todos los continentes del mundo, especialmente en Nueva Guinea y terminó de profesor de Geografía y salud ambiental, con lo que debe tener una cultura apabullante. Es también el autor de Colapso, que ya me leeré.
Ana, recuerda que vienes con Chus y que él también triunfará...
Pues resulta que los leones disecados están en el Museo de Historia Natural de Chicago. Lo de los isótopos según he podido leer, dice que uno de los leones se comió unas 10 personas y el otro unas 24, pero no dice que uno no comiera personas. De todos modos estos datos minimizan la matanza que Patterson (el coronel inglés que mató a los leones y que da vida Val Kilmer en una peli que no estaría mal si quitaran todos los planos de Michael Douglas) aseguraba y que le daba más prestigio como cazador de esos cuasimíticos animales.
Por otro lado, los fósiles de Lucy no están en el museo de Nairobi, si no en el de Adis Abeba, Etiopía, los de aquí son réplicas exactas.
Chicos, soy vuestra madre. Me asustáis enormemente, he criado a dos monstruos de la verborrea. Por favor, dedicáos al alcohol.
Reconozco que el post me ha gustado mucho, ya sé muchas cosas de Nairobi pero me falta lo principal: ¿ponen tapa o he de llevar yo mis propias olivitas?
Gracias.
Pili.
Iñaki,... sobre los vecinos y su celebración de la muerte ... si son de la misma religión que mi profe de inglés (que mitad Nigeriano y mitad de Guinea Ecuatorial... ) ... dentro de 1 mes tendrás el "replay" de la celebración. Falto el otro día a las clases porque se fue a la fiesta de la muerte de su padré ... y ya ha avisado que faltará dentro de un mes.
Si son de la misma religión ... espero que no sean escandalosos ;-))
Pues no Pili, aquí no hay tapas. Y otra curiosidad que todavía no acabo de interiorizar. Cada vez que pido una coca cola me preguntan que si fría o caliente (cold or warm) y yo siempre contesto que coca cola. No me entra en la cabeza que alguien quiera una coca cola caliente¡¡¡
Carlos, los vecinos son hindúes y no sé nada de sus costumbres, pero lo que sí sé es que se juntan un montón para todo.
Por cierto Pili, no eres nuestra madre.
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