19 noviembre 2008

Dedicated to John

Durante el viaje de Malawi, conocimos a John, con quien nos divertimos mucho y estuvimos todo el día haciendo el tonto y, a veces, lo grabamos para que quedara constancia de lo tontos que podíamos llegar a ser (y lo bien que nos lo podíamos llegar a pasar)
Como a John le gustaba el "Equipo A", esa infame serie de televisión de los años 80', acabamos haciendo el vídeo que aquí os pongo.
Espero que os guste. (Lo que dice al final John, es lo que decía, en el original en inglés, Hanibal cuando acababan su aventuras y que en España se dobló como "Me encanta que los planes salgan bien").
Esta entrada y el vídeo, está dedicado a John, que no sólo hizo posible nuestro viaje por Malawi, sino que formó parte de él y que no hubiera sido lo mismo sin él.
Espero que os vaya muy bien y que podamos comprobarlo en un futuro.
Si alguien va a Malawi os recomiendo encarecidamente su lodge, que aunque no lo conozco, está llevado por una gente increíble.



During our trip in Malawi, we met John, with whom we really had a great time, playing and fooling around all day, we even sometimes recorded the results of our nonsenses, to have evidence to show how silly we could get to be (and what a good time we could have).
Since John is an "A Team" fan, the infamous television serial of the 80', we recorded this video.
I hope you enjoy it.
This video is dedicated to John, who not only made our marevellous trip around Malawi possible, but was a part of it and hadn't he been a part of it, it would not have been so good.
I hope everything is going OK with your lodge and we can check it in the future.
If anyone is going to Malawi, I strongly recomend their lodge, at least the people who run it are amazing.

15 noviembre 2008

Relativizar

Aunque a algunos les fastidie, no deja de ser cierto, todo es relativo y a veces es importante relativizar, pero con el objetivo contrario al habitual, dar más importancia a lo que la tiene, sin quitársela a nadie.
Así, por ejemplo, tras el accidente de avión de este verano en Barajas, se llenaron las portadas de todos los periódicos, las televisiones se volcaron en informar (no me meto en cómo lo hicieron, ésa es otra cuestión) y todavía hoy, meses después, se siguen llenando páginas e informativos.
Murieron algo más de 150 personas.
Recientemente se ha publicado un informe (que no he encontrado, pero he encontrado una página que lleva una siniestra contabilidad basada en las noticias de los periódicos de toda Europa. Por supuesto faltará todo lo que no salga en los periódicos porque se han hundido en medio del mar o se han deshidratado en medio del desierto) donde se estiman entre 8.000 y 10.000, las personas muertas al cruzar el estrecho de Gibraltar para alcanzar el rico norte, sólo entre 1989 y 2002.

Viñeta de Manel, publicada en Público aquí, que deja claro lo hipócrita de la posición europea (nuestra posición) respecto a la inmigración

Los periódicos informan puntualmente y cuando hay una gran tragedia salen en la televisión, pero desde luego no se toma el problema con la magnitud que tiene.
Relativizar no consiste en quitar importancia al accidente aéreo, si no en dar la correspondiente importancia a la tragedia continua que desde hace años se da en el Mediterráneo (y en otras zonas de similares condiciones socio-políticas en todo el mundo).
Lo que pasa en el Estrecho de Gibraltar es intolerable, ¿cuándo le daremos la debida importancia?
Por que si partimos de la base que la vida de las personas es igualmente importante, el continuo accidente del estrecho, es 65 veces más importante que el del citado avión (sin quitar importancia a éste, pero relativizándolo).

13 noviembre 2008

Relativismo corporativo

Esta mañana escuchaba una conversación en un bar.
No puedo evitarlo.
No me refiero a escuchar conversaciones, si no al hecho de que las que escucho siempre son estúpidas, nunca trascendentes (mentira, una vez en el metro una pareja entre besos y caricias, discutía sobre la relaciones filosóficas, más o menos angustiosas y sufridas que, al parecer, mantenían Heidegger y Kierkegaard, de los que lo único que yo sabía era el famoso grito de Faemino y Cansado. De las relaciones de semejante pareja no creo que nadie discuta).
El caso es que dos hombres de mediana edad (que según cumplo años es más avanzada) discutían sobre un puesto de trabajo que requería de una gran diplomacia, serenidad, control, discreción, saber estar, compostura, seriedad, abnegación, sentido de la responsabilidad, estar cuando se precisa, así como una innumerable relación de capacidades, habilidades y destrezas.
Como la conversación se alargaba, yo alargaba mi refresco, con el objetivo de satisfacer mis dotes adivinatorias: ¡al menos hablaban de ser presidente del gobierno!
Cuando ya me había comido hasta el limón y la vida sin pausa me reclamaba para otros menesteres, uno de los interlocutores, tras apurar el chupito de licor de hierbas mañanero y dejarlo en la barra sonoramente, acaba la conversación con un sucinto y escueto: ¡Hay que ser muy diplomático para ser portero!
Pues será... o no, pero no es más intrascendente que ciertas regulaciones, con sabor a trauma sexual, que discuten sesudos funcionarios europeos en aras del buen funcionamiento de la Unión Europea.
Pagué mi consumición, salí del bar y al pasar al lado de un portero, que con gran seriedad, compostura, saber estar, abnegación, responsabilidad... barría la acera frente a su portal, un hombre, completamente calvo, le pregunta por una peluquería.
Sin perder la compostura, como buen portero, contestó lo que se le requería.
Pincha el enlace de Faemino y Cansado y al menos pasarás un buen rato viendo tres vídeos.