Parecía que era imposible que dijera algo peor, pero, aupando a nuestros políticos a cotas insuperables, lo ha conseguido: después de "
su primo", viene "
el listo".
En un acto público, Mariano Rajoy, hablando de la política hidrológica y en concreto refiriéndose al Plan Hidrológico que aprobó el PP cuando gobernaba, ha dicho que "si hay algún listo que tenga una solución mejor, que me lo diga".
Así dicho, parece simplemente una chulería; pero el trasfondo del asunto, la importancia del tema y sobre todo, la cantidad de tiempo que hace que "los listos" tienen una solución mejor, hace de la frase, más allá de una simple chulería, una desafortunada declaración, una muestra de incultura democrática y una declaración de intenciones apabullantes.
Desafortunada declaración que se une a otras tantas y que apenas destaca entre las generalizadas y patéticas declaraciones de nuestros políticos.
Incultura democrática, porque demuestra que no sabe escuchar a quien tiene las soluciones, que suelen ser "los listos", personas con un nivel académico e intelectual que por sí solas superan al del conjunto de los diputados.
Declaración de intenciones, porque deja bastante claro que quiere una solución mejor, pero para sí mismos, no para el problema a solventar, que les depare más réditos políticos y más dinero a repartir entre sus amigos los constructores.
Desde muy pequeño he estado muy sensibilizado en contra de las presas y, también desde muy pequeño, he sentido una especial atracción por los ríos, grandes y pequeños.
En el año 1981 estuve de campamento en una preciosa parcela cercana al pueblo de Riaño, junto al río Esla, rodeado de álamos, con robles y hayas, lobos y osos por toda la zona.
En una de las actividades del campamento, nos mandaron a Riaño para ofrecernos para pequeños trabajos a cambio de una comida (hoy meterían a todos los monitores en la cárcel por sólo sugerir una cosa así). Durante esa comida, una señora mayor del pueblo nos contó que iban a inundar el pueblo y que todos tendrían que irse de allí.
A mí no me entraba en la cabeza. ¿Cómo era posible que fueran a inundar el pueblo, con la cantidad de gente, de vacas, de campos, de animales y de árboles que había allí?
¡Con lo bonito que era el valle!
¡Era imposible, la vieja debía estar desvariando!
Años después, en 1988, durante otro campamento, vi la presa de Riaño, ya llena, por primera vez.
La desazón fue indescriptible.
El lugar donde había pasado uno de los mejores veranos de mi infancia no existía.
Si a mí me parecía muy fuerte ese sentimiento, ¡qué no sentirían los habitantes de los siete pueblos desaparecidos!
Foto: Mauricio PeñaEsta foto dio la vuelta al mundo por el momento captado, un viejo trata de hacer frente a la guardia civil con un cayado. Varios habitantes de Riaño, se suicidaron tras ser desalojados del pueblo de su vida El listo en cuestión podría ser
Ramón Llamas Madurga, doctor en ingeniería civil y doctor en hidrogeología, primer catedrático de hidrogeología en España, académico de la Real Academia de las Ciencias, ex-Presidente de la
Asocianción Internacional de Hidrología, y fundador de la
Fundación Nueva Cultura del Agua, entre otros muchos logros de su apabullante
currículo.
El "listo" de Llamas (para acortar) lleva luchando contra las políticas hidrológicas españolas desde antes que el PSOE se empeñara en terminar la presa de Riaño y ha estado en contra de todas las propuestas planteadas, puesto que cometen el grave error de gestionar la oferta de agua, en lugar de gestionar la demanda.
Si se realizara el polémico trasvase del Ebro, pasaría como con la M40 de Madrid, que en unos años se habría quedado pequeño ya que al ofertar más producto, se llega a un punto en que la demanda del mismo es superior a la oferta, necesitando entonces aumentar la misma, motivo por el que se plantea ahora cerrar la M50, sin que la 40 haya arreglado el problema del tráfico en Madrid.
Uno de los efectos más perversos de la política hidrológica de este país, es que las infraestructuras creadas para la distribución de agua, embalses, trasvases y demás, son usadas en su mayoría por los agricultores (más del 80% del agua en España es usada para la agricultura) y sin embargo son pagadas por igual por todos los españoles, lo que contraviene la
Directiva Marco del Agua Europea, motivo, entre otros, por el que el plan del PP es irrealizable: Europa no nos dejaría (y ya en época de Aznar, dijo que no lo subvencionaría simplemente por cuestiones ambientales, así que ya entonces el PP sabía que era inviable).
Por supuesto no estoy defendiendo la política del actual gobierno, pero llevando la contraria a Rajoy, la preferiría en caso de que realmente no hicieran nada.
Desafortunadamente, sí están haciendo algo y proponiendo
cosas, con la misma perspectiva que la del PP, pero con distintos nombres, esto es: la misma mierda empaquetada de distinta manera.
Los ríos son unidades supranacionales en muchos casos y supracomunidades en casi todos, por lo que lo que se está haciendo con los ríos en los estatutos de cada comunidad es, simplemente, aberrante.
La cantinela de que el agua que un río vierte al mar es agua perdida, no por ser estúpida es menos perjudicial. Proponer llevar el agua de unas zonas a otras, por el mero hecho de que en unas zonas llueve más que en otras, es como proponer llevar el sol de unas zonas a otras, porque en unas zonas calienta más que en otras.
El agua no sobra ni falta; hay la que hay y respecto a ese hecho irrefutable, es sobre lo que tienen que trabajar las políticas hidrológicas de los gobiernos, presentes y futuros. Y, según Ramón Llamas, en España, con una buena gestión de lo que hay (gestión de la demanda):
sobra agua.
E ideas para hacerlo hay miles, y de las de "los listos".
Con el tiempo me he enterado que los motivos esgrimidos para hacer el
embalse de Riaño, los regadíos, no se han llevado a cabo todavía; que la energía hidroeléctrica generada por un embalse que ocupa más de 2.000 hectáreas, se podría generar con unas
150 hectáreas de paneles solares con mucha menor inversión; y que el sacrificio de un valle tan bonito y carismático como Riaño, ha sido completamente inútil.
Ahora conozco muchos más sitios que en 1981 y ahora sé que dentro de unos años, muchos de esos sitios habrán sido destruidos inútilmente, porque los estúpidos no escuchan a los listos.