30 enero 2008

En el Zoo

El lunes, aprovechando que era fiesta escolar y yo no trabajaba, fui con mis sobrinos al zoo.
Era la primera vez que iban y se les notaba, ¡estaban alucinados!
Lo malo es que mucha gente aprovechó el mismo día para ir, así que estaba un poco lleno, especialmente el acuario, donde había mucha más aglomeración animal fuera que dentro de los acuarios. Eso sí, los de fuera somos más libres.
En general no me gustan los zoos, por lo que podría parecer un poco contradictorio con mis principios, pero hay varios motivos lo suficientemente consistentes para animarme a visitarlo.
Lo primero es que no estoy dispuesto a visitar cualquier zoo. Según ciertos estudios, sólo hay tres zoos aceptables en España, uno es el que fuimos (el de Madrid) y los otros los el de Barcelona y el de Jerez de la Frontera.
¿Qué hace de un zoo, aceptable?
Pues su compromiso con la conservación de las especies que exhibe (un caso ejemplar es el zoo de Jerez, fundamental en la conservación del lince ibérico) y su compromiso en la educación ambiental de los visitantes. Otro aspecto importante es la calidad de vida de los animales que tienen y la calidad de los recintos (ya ni se habla de jaulas).
Aún así, no me gustan los zoos, creo que los animales deben estar siempre en libertad, aunque sé que algunas especies se han salvado gracias a programas de cría en cautividad, y en el caso del declive de anfibios, los zoos pueden ser decisivos para el futuro.
De todos modos en el caso de niños pequeños, creo que una visita a un zoo aceptable, puede influirles lo suficiente como para que comiencen a apreciar los animales, como los otros habitantes del mismo planeta que nosotros habitamos, a los que hay que respetar y, tal y como están las cosas, proteger.
Por tanto no quiero justificar mi visita a un lugar que considero que no debería existir, si no simplemente, hacer ver, que quizá se pueda sacar algún provecho de estos lugares (de los inaceptables ni eso) con el fin de concienciar y mejorar el futuro.
Algunas fotos de mis sobrinos, Blanca y Juancho en el zoo; he elegido aquéllas donde no aparecen animales para no ahondar en su, la mayoría de las veces, repugnante exhibición.

Blanca sujetando un pulpo de goma encontrado en el suelo y Juancho poniendo cara de interesante


Blanca con cara de lemur y Juancho con una cara menos "interesante"


2 comentarios:

Carlos dijo...

Mis hijos alucinan en los zoos, a mi no me gustan pero admito que es un lugar donde los niños pueden desarrollar afecto hacia los animales y además se lo pasan muy bien.
Lo más degradante que he visto en mis pocas visitas a lugares con animales en cautividad lo vi en el Hosquillo .... osos pardos mendigando comida a unos turistas que sólo hacían que lanzarles comida. Recuerdo que hubo un momento, al principio, que vimos a una pareja de forma fugaz, ....., fantástico y más que suficiente para mi, minutos más tarde toda la mágia se rompió.

Carlos dijo...

Tenía pendiente darte más información sobre la propuesta de prohibición de circulación de las bicicletas por las sendas, ha habido una modificación y a partir del Decreto de la GV del 25 de enero se permite la circulación de la btt por sendas si se cumplen una serie de condiciones. Para saber más:
http://jelmetcamexperience.blogspot.com/2008/01/imba.html