21 abril 2008

De cocodrilos, leones y demás

Hace unos días un hombre murió atacado por un cocodrilo mientras limpiaba su red de pesca en el río al anochecer... o no.
Antes de ayer mataron a un cocodrilo en Vinho y los guarda parques lo trajeron a Chitengo junto a sus captores.
El veterinario les reprendió con vehemencia pero sin convencimiento; les hizo sacar la piel al cocodrilo y se fueron sin pena y con la gloria de un montón de carne de buena calidad.
El veterinario también pudo ver el cuerpo del supuestamente atacado por el cocodrilo, así como el supuesto, doblemente en este caso, cocodrilo asesino. (Si un cocodrilo ataca a una persona es para comérselo, por lo que no tiene sentido que aparezca el cuerpo)
El veterinario, que con su larga experiencia como veterinario de "fauna bravía" ha visto muchos cuerpos humanos atacados por cocodrilos, tenía serias dudas de que en este caso fuera el cocodrilo, no ya el que le llevaron sino cualquier otro, el asesino.
Y es que, aunque las relaciones humanas con los animales no siempre son armónicas, las relaciones humanas con otros humanos lo son aún menos.
Un cocodrilo cualquiera, al borde de un río cualquiera, en un atardecer cualquiera, es la coartada perfecta... o no.

Un cocodrilo se asoma tímida o sibilinamente en el río


En el proceso de desollamiento, lo primero que hicieron fue sacar las tripas al interfecto


En seguida buscaron el estómago y lo abrieron para buscar pruebas incriminatorias


Un montón de piedras de río no son suficiente para incriminar a nadie, pero tampoco era de esperar que el supuesto atacado llevara reloj, pulseras o anillos de oro


Despellejando al cocodrilo


Pie sobre la sangre del cocodrilo


Una huella dejada en la sangre


El botín, carne de cocodrilo, proteínas de gran calidad, y al parecer muy sabrosa. El machete que se apoya en la carne tenía más de 60 centímetros de longitud

Ayer vimos un grupo de leones, dos cachorros y tres hembras adultas y un macho subadulto sin melena.
Tras estar de vuelta de un safari con unos escolares de Vila Gorongosa que había traído Mónica para unos talleres, nos informaron por radio que en el camino 4 había un grupo de leones.
En una maniobra de cambio de sentido que nada tiene que ver con las del coche fantástico, nos encaminamos a la "picada" 4.
Allí con una serenidad, tranquilidad y poderío que ya le gustaría al toro de las carreteras, estaban los leones, entre ellos dos cachorros un tanto famélicos pero ya crecidos.
Había visto leones mil veces, en circos, zoos y otros deleznables espectáculos, y no podía imaginar la sensación que unos leones en libertad me causarían.
La imagen de un león en un zoológico es a un león en libertad lo que la jardinera del alféizar de tus ventanas a un bosque virgen.

El grupo casi entero, el que falta estaba un poco más a la derecha, bajo el árbol


Una hembra y un cachorro. La hembra parece bien alimentada, pero al cachorro se le veía muy desgarbado, larguirucho y delgado, quizá desnutrido, pero quizá simplemente adolescente


Vigilándonos con una serenidad, y cierto grado de arrogancia del que nada teme, que emanaba tranquilidad


Y ésta de regalo, para que todos aquéllos que vais a venir a visitarnos en un futuro más o menos inmediato vayáis reconociendo algunos antílopes. Éste es uno de los más vistosos y menos vistos, el antílope sable

Por cierto que de aves, muchas menos que el anterior día, parece que fue un buen día para el censo.

18 abril 2008

Mi nueva vida en Chitengo

Antes vivíamos en el extrarradio, en un bonito barrio residencial, tranquilo, rodeado de árboles, facoceros que venían todas las tarde a bañarse, babuínos que saltaban en el techo de las tiendas, pájaros multicolores por todas partes, pero a más de tres minutos del centro y al menos cuatro de la oficina.
Además cuando llovía mucho, también llovía dentro.
Ahora hemos apañado una casa en el centro, no demasiado céntrica, pero lo suficiente, a escasos segundos de la oficina y del centro, pero a espaldas de las incomodidades del jaleo habitual de los cascos antiguos.
Otra cosa en la que salimos ganando es la proximidad a la piscina y al restaurante, y en cualquier momento nos llevamos la comida a casa.
Las fotos de nuestro nuevo hogar...

La casa, bueno solo la mitad, la otra parte es de los compañeros favoritos de Mónica


La entrada con el mural de leones que pinté en mi tiempo libre


Los monos de ni caso al diablo, no han visto nada, no han oído nada y no dirán nada. Los tallé mientras descansaba de pintar el mural


El cuarto de estar, comedor, a veces salón, cuarto de invitados cuando los haya y lo que haga falta


El mismo cuarto pero desde el ángulo contrario


La habitación desde el cuarto de baño. La cama nos la hacen, por supuesto


Y parte de la habitación con el salón al fondo y la puerta principal (y única, ya se sabe casa de dos puertas...)

Pues eso es todo, espero que os haya gustado, a nosotros nos gusta mucho, aunque no pasamos mucho tiempo en ella.

16 abril 2008

Aves en Gorongosa

La mayoría de la gente viene a África para ver animales, en concreto los grandes mamíferos que todavía pueblan el continente. Sin embargo, África posee algunos de los humedales más grandes e importantes del mundo y un enorme número de aves de un gran número especies diferentes.
Ayer estuve colaborando en el censo de acuáticas en la zona del río Mussicadzi y la "Casa de los leones", donde antiguamente había un campamento turístico, pero el desuso humano fue sustituido por el uso felino, como perfecto oteadero de lindo antílopes.
Contamos todas las aves acuáticas del río hasta que termina. Pero no termina como nos han enseñado en el cole. El río Mussicadzi no desemboca en otro río más grande ni acaba en el mar, simplemente se desparrama por la llanura y ahí se acaba. Un poco más allá está el lago Urema, que está igualmente desparramado por estas fechas y en las grandes crecidas sí pueden unirse, pero no es lo normal.
Las llanuras que en noviembre y diciembre estaban cubiertas de yerba, más o menos seca, y llenas de antílopes, ahora están inundadas, cubiertas de nenúfares y llenas de aves; así que es la época para los pajareros, pero éste no es un turismo que se estile aquí, aunque desde luego tiene muchas posibilidades.
Os dejo la lista de aves acuáticas que vimos: (hay algunos nombres que son traducciones del inglés y no sé si son los nombres oficiales en español)
Cálao terrestre, que no es acuático, pero por su interés lo contamos.
Pelícano de espalda rosada
Cormorán africano
Aninga africana
Garceta grande
Garceta común
Garcilla bueyera
Garcilla intermedia
Garcilla cangrejera
Garza Goliath, la garza más grande del mundo.
Garza Real
Garza de cabeza negra
Garceta negra, que sale en los documentales mucho porque con las alas hace una especie de paraguas para dar sombra al suelo y pescar. Vimos un grupo de más 200 individuos, lo que es extraordinario, pues la guía cita grupos máximos de 50-70
Ibis sagrado
Cigüeña de silla de montar
Cigüeña de pico amarillo
Hamerkop, no sé cómo se puede traducir, pero es muy característico por la forma del cráneo con una prolongación posterior muy curiosa.
Espátula africana
Pato carablanca, vimos un grupo de más de 500.
Ganso de espuelas
Ganso egipcio
Grulla coronada
Cigüeñela africana
Jacana africana
Y algunos limícolas que no consigo traducir.
En un momento del censo comenzamos a internarnos en una zona que empieza a secarse, con los nenúfares moribundos, el suelo encharcado, las zapatillas cada vez más parecidas al suelo y dejando unas huellas que nada tienen que envidiar, en tamaño, a las de los leones que había por doquier.
En un momento me pregunté, en alto, que qué pasaría si los leones volvieran en ese momento, de donde fuera que estuvieran entonces, y parece que nadie se lo había planteado y la primera respuesta fue: correr al agua; pero luego pensaron (el director científico de EEUU y un biólogo de campo de Zimbabwe) que lo mejor sería permanecer juntos y quietos, no se atreverían a acercarse a nosotros. Dicho así con total seguridad, pues como que te lo crees... pero qué si sí se atreven...
No es una buena época para ver mamíferos (aunque los números de los vistos son bastante buenos y te mantienen entretenido todo el camino) porque la yerba está muy alta y apenas se les ve, salvo cuando cruzan o en zonas de inundación somera.

El río Mussicadzi poco antes de NO desembocar


Una garza goliath vuela delante nuestro sobre el río


El fin del río, enmarcado por dos árboles repletos de nidos de aningas y cormoranes y alguno de ibis sagrado. Al fondo se ve la llanura de inundación de la laguna de Urema. Volando un gran bando de patos carablanca


Internándonos en terrenos pantanosos, con los nenúfares...


... y las inquietantes huellas de leones, que aquí no parecen muy grandes...


... pero aquí sí


Zona cubierta de nenúfares con un montón de aves volando. Entre los nenúfares había un montón de garzas y garcetas de color blanco, pero no se aprecian


Unos nenúfares más de cerca


Y más cerca todavía


Y de frente. Parece que cuando empiezan a morir se van tornando azulados por los extremos


Y una desde abajo, para lo que me mojé un poco, pero quedó bien


Esta no es muy buena, pero se ven un montón de nenúfares, garzas de varias especies, espátulas africanas, pelícano, y los puntos negros que son las garcetas negras con las alas desplegadas

Bueno, en principio repetiré este censo todos los meses a ver cómo varían las cosas a los largo del año. Será interesante.

11 abril 2008

La Ceremonia

Ya llevo aquí 10 días; más o menos he saludado a todo el mundo que ya conocía, la gente me saluda con un "¿cómo está?" portugués, a lo que respondo con un "todo bem", no menos luso; lo que nadie me pregunta es por mis mujeres y mi cosecha de mijo, como a Nigel Barley cuando regresó a "su" aldea Dowayo de Camerún.
Tras acoplarme en nuestra nueva y suntuosa casa, (nada de tiendas a lo Mogambo, ahora casas a lo Malibú), aumentar la ya muy elevada entropía del lugar con mis bártulos (entre ellos el queso de oveja y el jamón ibérico con los que todo español viaja por el mundo y que se salvaron por una rápida y oportuna muestra de buena voluntad) y hacerme al ritmo local, estoy dispuesto, por fin, a contar algo.
Hoy ha comenzado la temporada, oficialmente, en el Parque Nacional de Gorongosa, para lo cual ha venido el hermano de Chitengo, para oficiar la ceremonia.
Chitengo fue el régulo de la zona hasta la creación del parque y su tumba está a la entrada del mismo.
Cuenta la leyenda que cuando Chitengo se murió apareció un león que tenía un mechón de pelo más claro que el resto, como el régulo, y su tumba estaba abierta. Es por esto que cuando hace unos días aparecieron unas leonas por el campamento, la gente decía que se debía a la proximidad del inicio de la temporada y que representaban el espíritu del viejo líder.
Tradicionalmente cualquier acto social iba precedido de un más o menos elaborado ceremonial. En nuestras aceleradas sociedades carentes de tiempo para estos actos inútiles pero atractivos, los hemos cambiado por la más inútil y en absoluto atractiva, burocracia.
La burocrática ceremonia consistía en un montón de gente en silencio, casi todos negros por aquéllo de que estamos en África, rodeando a un pequeño grupo formado por el régulo como maestro de ceremonias, (que viene a ser una figura administrativa impuesta por los portugueses para controlar las tribus), su sobrino y por tanto hijo de Chitengo, como ayudante, un traductor portugués-sena, sena-portugués y el jefe de todo esto: Greg Carr.
Tras meter algún líquido en una calabaza y pasarla a todos para beber, ha dicho unas palabras, incomprensibles aun en mi idioma y ya.
Luego han pasado una botella con el líquido de la calabaza para que todo el mundo pudiera "comulgar" y la ceremonia ha terminado.
Tras esta ceremonia, ha seguido la ceremonia del hombre blanco; esa en la que toda la gente que se siente más o menos importante, se siente con derecho de decir más o menos palabras en público.
Durante las más palabras de uno, ha sucedido algo que me ha sorprendido sobremanera.
Hay quien dice que tiene que ver con los espíritus de Chitengo y las leonas merodeadoras. Mónica, que quizá se esté integrando muy bien entre los locales, cree firmemente en estas explicaciones dignas de "Cuarto Milenio".
El caso es que durante uno de los discursos, la multitud agolpada en rededor del parlante, se ha dispersado como por una onda expansiva sorprendentemente silenciosa y rápida, cuyo epicentro era un pequeña serpiente negra más parecida a una lombriz que a un verdadero ofidio. El temor de esta gente a las serpientes es increíble, de hecho aquí sólo conocen la palabra "cobra" para designarlas y todas, por definición, son venenosas.
Como todo ceremonial que se precie, va sucedida de una fiesta, con litros de un líquido inflamable mas bebible por los locales, y música y danza tradicional, con los danzantes esta vez ataviados con el traje de gala.
Todavía oigo los tambores... y lo que queda.

El lugar de la ceremonia, un árbol plantado por Chitengo y donde está enterrado su padre. En muchas comunidades hay un árbol con ese tejadillo alrededor, que es donde se celebran las ceremonias


Otra vista donde se aprecia mejor el árbol


Los oficiantes y protagonistas principales, el blanco del centro es "el jefe de todo esto"


Niños entusiasmados con la ceremonia como en cualquier "misa de once"


El grupo al completo, detrás de las bailarinas están los que tocan la marimba, que aunque no se ven también son unos cuantos


Un primer plano de las bailarinas, con algún aprendiz


La percusión, agitando los tambores


El bailarín principal de la compañía


Y su compañera


Otra toma del bailarín


Y otro aprendiz que no tenía nada que envidiar al maestro


Y este que llevaba el ritmo a su manera, pero no les quitaba ojo

Para terminar, mañana se visita la tumba de Chitengo y a ver qué pasa.

05 abril 2008

La Pedriza (otra vez)

Cuando sea mayor quiero vivir en Manzanares el Real, y poder ir a La Pedriza todos los días a montar en bici, escalar, subir montañas, pasear, ver aves, perseguir lagartijas, coger setas o lo que sea.
Lo que pasa es que todavía no sé cuando me voy a hacer mayor, pero mientras tanto, trato de ir para allá siempre que tengo ocasión.
Este primer trimestre del año que he tenido que estar en España, he ido unas cuantas veces a La Pedriza aprovechando que Fran vive allí y que Álvaro acaba de mudarse.
El objetivo de la mayoría de estas visitas ha sido la escalada, pero algunas se han quedado en un buen pateo y otras en simplemente asegurar... o no.

Vista de Manzanares el Real desde el sector Gusarapo: las vías a pie de los chalés de segunda residencia de Madrid, las parcelas de los últimos chalés limitan con el Parque Regional de la Cuenca Alta del Manzanares


Iciar escalando con el embalse de Santillana detrás y el pueblo debajo


Chus asegurando y Ana observando lo bien que lo hace


Roquedo con alcornocales (Quercus suber) sueltos, de los pocos de la zona


Fran bebiendo de un charco con el Yelmo al fondo


Mónica cogiendo una roca de recuerdo con cara de esfuerzo


Mónica y Fran oteando el horizonte


Foto: Mónica López Conlon
Con Fran, con la Cuerda Larga nevada a nuestras espaldas



Contraluz de Fran, indicándonos el camino... o no


Fran y Mónica con la Cuerda Larga detrás nevada


Una Pirámide perdida en medio de La Pedriza


Cuerdas y roca (no sabía que poner aquí, pero la foto me gusta)


Carola y Álvaro escalando


Buitre leonado (Gyps fulvus), omnipresentes en toda La Pedriza


Foto: Álvaro Taitai
Exhausto tras un dificilísimo IV+, o era V-...


La Vela, en algún lugar de La Pedriza bajando por la senda Maeso


Brotes de Acirón (Acer monspessulanum) al pie de las vías


Álvaro en algún lugar entre El Indio y Mundogénesis, o en otro sitio que no tenga nada que ver con los dos anteriores


Fran escalando tras los brotes de antes


Foto: Chus De Diego
Asegurando a Fran en un duro 6B+ (por lo menos...)


Chus, en la misma vía de la foto anterior


Fran y Chus, preparándose para escalar. ¡Escalar es divertido! ¡Y haces amigos!


Abeja común (Apis mellifera) retozándose en los estambres de una jara pringosa (Cistus ladanifer)

Y eso es todo