28 mayo 2008

En el Parque Nacional de Kruger

Llegamos a Johannesburgo, a eso de las tres de la tarde, cogemos un taxi para siete con un montón de mochilas, parece una chapa mozambiqueña.
El taxista no habla inglés, cosa que descubrimos porque no contesta más que con sonrisas más o menos perdidas.
Pensaba que el inglés era universal en Suráfrica, pero resulta que el africaans está muy extendido, paradójicamente más entre la población negra, y hay mucha gente que solo habla su idioma materno, normalmente de raíz zulú.
Nos perdemos. (¡en Johannesburgo! una de las ciudades más peligrosas del mundo), bueno, el taxista se pierde y yo empiezo a perder los nervios.
Paramos en un centro comercial a preguntar. Como está cerca de donde vamos, tres se quedan haciendo compras y así no vamos siete a por una caravana de seis.
El taxista y los dependientes de la gasolinera hablan en algo que no entiendo nada, pero que no parece africaans, empiezo a imaginarme que están maquinando algo que no nos va a gustar.
Tras unas cuantas vueltas llegamos al lugar donde habíamos alquilado la caravana por internet, que por su nombre ya empezaba a sospechar de a quién hacía referencia.
La caravana está muy bien, rechazando nuestra condición de bobos. Tiene nevera, cuarto de baño completo, microondas, aire acondicionado, cocina, grifo y hasta botellero para el vino.
Recogemos a las compradoras con las compras y nos dirigimos al Kruger.
La vida de siete personas en una autocaravana, que siempre se te queda pequeña, puede ser insostenible a poco picajoso que te pongas con tus compañeros de viaje; afortunadamente todos fuimos suficientemente tolerantes y respetuosos como para que en una semana no hubiera ni el más mínimo roce, bueno mejor pongo problemas, porque los roces y tropezones eran continuos. Cada vez que veíamos un animal, todos corríamos por toda la caravana para tratar de ocupar el mejor puesto para divisarlo, así que, vista desde fuera, probablemente pareciera que había un terremoto con el epicentro justo bajo el vehículo.
Pasábamos todo el día en la caravana, de un lado para otro buscando animales con los que entretenernos un rato, sacar unas fotos, dejarnos la vista en los prismáticos o sestear.
Ver animales tan de cerca en su hábitat natural es una experiencia increíble y muy recomendable, aunque a veces molaría ver más acción. Los elefantes no paran de comer, los leones todo el día tirados, los hipopótamos asomando las orejas, los cocodrilos tomando el sol, las jirafas ramoneando, los búfalos mirando mal encarados, los leopardos escondiéndose, las cebras pintándose las rayas...
El parque tiene una organización y unas facilidades para su visita envidiables por cualquiera de los parques que he visitado a lo largo y ancho del mundo. Los camping están muy bien dotados, los baños no sólo están muy limpios, si no que incluso tienen bañeras. Por supuesto el agua caliente funciona y las duchas tienen jabones envueltos como en los hoteles.
Además hay cocinas públicas habilitadas con todo lo que necesitas para cocinar, (menos los cacharros), fogones, pila, grifo, incluso un calentador de agua, que mantiene agua hirviendo las 24 horas del día.
A la salida de una de sus entradas más populares, hay un puesto de artesanía, independiente del parque, donde los artesanos llevan sus obras para vender; ellos deciden el precio y se llevan el 100%. Es el único sitio donde compré algo (que debe estar en España ya y espero que no en el fondo de un cajón, ni agujereado, ni barnizado...).
El Parque Nacional de Kruger con casi 19.000 km2, es el más grande de Suráfrica y es casi diez veces más grande que el espacio protegido más grande de España (el Parque Natural de Cazorla, Segura y las Villas). Es uno de los parques más antiguos del continente y lleva el nombre de uno de sus presidentes antes de la dominación británica.
Según la página oficial del parque, éste cuenta con 336 árboles (menos que Gorongosa en un cuarto de su tamaño), 49 peces, 34 anfibios, 114 reptiles, 507 aves y 147 mamíferos.
No pudimos ver todos, pero aquí va una representación de lo que sí vimos.

La autocaravana, para seis, siete o lo que sea... con ducha, cocina, salón-comedor y ventanas para mirar fauna


Conduciendo sin quitar ojo de la sabana, detrás de cualquier arbusto puede saltar la liebre... o el elefante


El nombre de la compañía arrendataria puede levantar suspicacias: ¿¡Camperos Bobos!?


Una vista del interior... ¡Buenas vistas! ¿no?


A punto de cenar baja la luz de la autocaravana


Preparando algo de comer en una de las cocinas de los camping del parque


Mirando el horizonte... o no; en algún punto del parque


Parece que los viejos del mundo entero tienen la manía de alimentar a los pájaros del mundo entero, aunque éstos sean un plaga perjudicial. Pasa con las palomas en todas las plazas españolas y con estos estorninos en Kruger (a pesar de la prohibición, pero a ver qué empleado del parque, casi seguro negro, le dice algo a éstos)


Como quizá no quedó muy claro lo de macho alfa y satélite, lo explico con ejemplos. Este impala que aquí está montando a una hembra, (con poca fortuna como podrán apreciar los observadores), es un macho satélite; perseguía a cualquier hembra hasta que conseguía montarla rápidamente y si fijarse mucho en lo que hacía, ya que en cualquier momento venía el macho alfa (visiblemente más grande) y le podía echar a cuernazos (claro que para cuernos los suyos...). Este comportamiento, que se da en muchos mamíferos, se basa en dos estrategias reproductivas, la competencia intraespecífica, por la que el más fuerte físicamente impide a los demás tener acceso a las hembras, y la competencia espermática, por la que los débiles que no pueden pelear contra los fuertes, pululan alrededor de las hembras y en un despite ¡zas! Su ventaja se supone que está en los espermatozoides, más numerosos y fuertes, y no en los músculos, motivo por el que también se reproducen. Lo bueno de ser satélite es que no te tienes que preocupar por tu prole.


Como parecía que la hembra no se había quedado muy satisfecha, la despide con unos besitos...


Foto: Mónica López Conlon
Un macho grande de Cudu, uno de los antílopes que más me gusta


Foto: Mónica López Conlon
Un grupo de ñúes



Cebras al amanecer o al anochecer, no me acuerdo


La sabana en su máximo esplendor, jirafas, impalas y cocodrilos compartiendo orilla. Un poco más a la izquierda y dentro del agua había hipopótamos


Una jirafa


Tres jirafitas


Un grupo de búfalos se acerca a una charca a saciar la sed antes de que anochezca


En esa charca hay un hipopótamo residente que parece decir a gritos: !NO OS MEÉIS EN MI CHARCA, CABRONES¡


Un búfalo comiendo, que es a lo que se dedican los búfalos básicamente


Un grupo de hipopótamos, que se mean donde quieren ¡que para eso la charca es suya!


Dos saltarocas, pequeños antílopes que viven en las escarpaduras rocosas del parque


Un grupo de elefantes de todos los tamaños


Un rinoceronte blanco enorme, cruzando la carretera


Hora punta en Kruger


Un macho tuerto


Y una hembra ¿bizca?


Un macho por la noche, marcando el territorio (se puede apreciar un chorro de orina a la derecha)


Un macho joven bosteza


Una hembra nos mira al pasar


Cinco leonas pasan


Mono de cara negra. Los machos de esta especie son bastante sorprendentes ya que tienen los testículos azul claro y el prepucio rojo, con lo que queda muy llamativo. Elena quería una foto más de cerca, ya que el azul hacía juego con sus estores


Una babuino con su cría mamando


Cuatro licaones, extraños cánidos en peligro de extinción que desde luego no esperaba ver
¡Tuvimos suerte!



Al amanecer el grupo estaba en medio de la carretera para disfrute de unos cuantos turistas


Un numeroso grupo de murciélagos cuelga de una de las cabañas destinadas al comedor en el campamento de Skukuza.


Y terminamos con los mamíferos y empezamos con los reptiles

Una lagartija, todavía no la tengo identificada. Todo llegará, debe ser muy común


Otra lagartija, en realidad un escíncido, pero ¿quién sabe la diferencia?


Un cálao terrestre, una de las aves con el comportamiento reproductivo más curioso de todas


Foto: Mónica López Conlon
Una carraca de pecho lila, uno de los pájaros más abundantes y vistosos de la sabana


Detalle de una euforbiácea, plantas muy similares a los cactus pero que no son cactus. Las Canarias tienen muchas especies de esta familia


Y con esto se acaba el maratón fotográfico

8 comentarios:

Anónimo dijo...

jelou, cual es el comportamiento reproductivo del caleo terrestre?? y no hay mas foticos de aves??q no es q q estas no me hayan encantado, pero kiero mas, tengo mono!!bss.ciao.san

Anónimo dijo...

kiero decir calao, q no se escribir...

Anónimo dijo...

Pues para ser diez veces más grande que Cazorla, me parece que no son muchos: "336 árboles, 49 peces, 34 anfibios, 114 reptiles, 507 aves y 147 mamíferos". De hecho me parece milagroso que viéseis algún arbol con una densidad tan baja... jajaja

Anónimo dijo...

Pues a mí me parece que tu estrategia reproductiva es mucho más interesante que la del calao terrestre.

Iñaki Abella Gutiérrez dijo...

Hoy se me ha llenado de chistosos el blog... es que me parto

Anónimo dijo...

...llueve...q estarán haciendo nuestros licaones? y el león tuerto y señora? se habrán zampado las leonas al facocerillo valiente? miro por la ventana y sólo veo especímenes de humanos vestidos de domingo...señor gordo calvo a las 3, cría macho a las 12...echo de menos hasta los eruptos!

Anónimo dijo...

Hola Inaqui, muy buena tu reseña!! Estamos próximos a alquilar dos bobocampers! Para un grupo y pensamos recorrer kruger con este vehículo, tenemos algunas dudas en esta etapa pre-organizacional, uds recorrian solos o con guia, existen zonas para recorrer que sean seguras? A la noche acampaban en lugares especiales/campamentos? Tenian reservas? Todo lo que me puedas contar sera de mucha ayuda. Espero ansiosa tu feedback, saludos, bea

Iñaki Abella Gutiérrez dijo...

Hola Bea, la verdad es que ya apenas uso este blog, de casualidad que he entrado por aquí. Te contesto un poco:
El kruger está muy bien organizado, debéis entrar en su página web y reservar con bastante antelación los días que queréis estar y cuántas personas, puesto que las zonas de acampada están limitadas en número.
Hay zonas de acampada donde podréis instalaros con vuestra caravan, como te digo está muy bien.
Todo el parque es muy seguro ya que solo hay turistas y guardaparques.
No hacen falta guías.
La verdad es que la organización de este parque da mil vueltas a cualquiera de España, así que no tendréis ningún problema, pensarás que estás en EEUU más que en África.
Si quieres algo más me puedes escribir a: inakiag@yahoo.es
Un saludo