07 julio 2009

El Teide

Javier, el padre de Mónica, se jubiló a principios de año. Está muy contento, seguro que de saber que le gustaría tanto su actual situación, se habría jubilado antes.
Para celebrar su nuevo estado laboral, nos invitó a todos una semanita a Tenerife.
Un viaje eminentemente familiar pensado alrededor de Dani, hijo de Carlos y Sofía, nieto de Javier y Cathy, sobrino de Mónica (que todo hay que decirlo...)
Entre varios días combinados de playa y piscina, a Mónica y a mí, se nos ocurrió subir al punto más alto de España, El Teide con 3.718 m.s.n.m., desde donde se deja el coche, a eso de 2.350, vamos una buena pateada.
En la plataforma del teleférico nos encontraríamos con sus padres con quien llegaríamos hasta la cima.
Curiosamente, todo salió según lo planeado, así que simplemente me dispongo a poner algunas fotos de la ascensión y otro día pongo más fotos de lo que hacíamos entre playa y piscina.

Nos levantamos a las 3:30, salimos hacia las Cañadas del Teide a las 4:00 y nos pusimos a caminar poco antes de las 6:00 de la mañana, cuando los primeros resplandores del amanecer nos permitían andar sin necesidad de frontales. Poco más arriba, cuando la estación espacial ya no se veía y el sol empezaba a colorear el cielo, llegamos a la zona de "los huevos del Teide", como el de la imagen


En la Montaña Blanca, impresionante cúmulo de piedra pómez, había unas bonitas plantas en floración con largos y espectaculares tallos florales. No sé si es un tajinaste, pero se parece


Mónica en el momento más empinado de la ascensión, unas continuas y cerradas zetas enmarcadas por piedras para no salirse del camino


En el mirador del este de la zona de la plataforma del teleférico unos 1200 metros más arriba y unas cuatro horas después. Detrás de nosotros la península de Anaga


Foto: uno que pasaba por allí
Con los padres de Mónica, Javier y Cathy, en la cima más alta de España. Al fondo La Gomera, también se veían Gran Canaria, El Hierro y La Palma. A pesar del incomodísimo viento que nos hizo subir a ratos a cuatro patas, llegamos arriba más rápido de lo que yo había previsto.
¡Desde luego están en forma!



Descendiendo hacia el teleférico a toda prisa ante el reisgo de que lo cerraranpor exceso de viento. Al final no lo cerraron, pero me dio qué pensar. La gente sube allí recién salidos de la playa y, aunque en Canarias, no dejan de ser más de 3.500 metros sobre el nivel del mar, hace frío, viento y si cierran el teleférico y toda esa gente, en bermudas y sandalias o falda y tacones, entrados en años y kilos, han de bajar andando por un pedregal volcánico, lo van a pasar muy, pero que muy, mal.
Conclusión: ¡Desmantelamiento del teleférico YA!



Pintura surrealista de origen volcánico


Mónica se esconde tras unas flores con la intención, frustrada, de pegarme un susto


Con la montaña Blanca al fondo, un ramillete de flores crece en donde parece que nada pueda crecer, un seco pedregal a casi 3.000 metros sobre el nivel del mar


Más flores entre las rocas


El llano de Ucanca acoge la última erupción de la zona que data de 1.798, la carretera que lo atraviesa, está construida sobre la lava y lo que ves parece más lunar que terrestre


Flores con la silueta más famosa de El Teide de fondo


Regresando hacia el hotel, desde donde comienza el pino canario se tiene una buena imagen de El Teide y Pico viejo, a su derecha

Dejo para otro día, más fotos de otras cosas que por tierras guanches hicimos.

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