04 abril 2007

Lagartijas, serpientes y otras bichas

Hay más de 6000 especies de reptiles descritas en el mundo, sin contar las aves, ampliamente consideradas como dentro de los reptiles por la mayoría de los expertos.
Cuando íbamos a "ranear", así llamábamos a ir a buscar ranas en medio de la noche en medio de la lluvia, lo que más veíamos eran pequeños reptiles (o no tan pequeños, como aquélla noche que en medio del camino había un gran caimán... quizá siga ahí, porque nosotros no le molestamos) y de esas noches ya he enseñado algunas fotos de mis animales favoritos. Ahora les llega el turno a mis segundos animales favoritos.
Una de las cosas que más me gustaba de vivir en una selva tropical, era la cantidad de pequeños (y no tan pequeños) y distintos animales que te acompañan, y no me refiero a los insectos, que también, sino especialmente a esos animales que por la peregrina y estúpida razón de tener escamas, dan cierto asco y provocan rechazo en muchas personas.


Cocodrilo americano (Cocodrylus acutus), en la "piscina" de la Reserva Pacuare, Costa Rica



Una boa (Boa constrictor) mateniendo a raya a las ratas, en la despensa de la Reserva Pacuare, Costa Rica


Gran salamanquesa (Thecadactylus rapicaudata) que se dedicaba a comerse las polillas y cucarachas de nuestra habitación en la Reserva Pacuare, Costa Rica.



Pequeña lagartija anólido (Norops humilis), pululando por el jardín en busca de algo que llevarse a la boca. Reserva Pacuare, Costa Rica

Si además, a estos "asquerosos" animales les quitamos las patas, el asco muta en miedo, un miedo casi innato y culturalmente presente en casi todas las sociedades, por el simple hecho de que una pequeña parte de estos animales son venenosos.


Pequeña culebra (Imantodes inornatus) completamente inofensiva, en busca de huevos de ranas. La lengua bífida capta partículas del aire que luego analiza en un órgano que tienen en el paladar. Reserva Pacuare, Costa Rica

A veces teníamos la suerte de presenciar escenas de caza en primera línea de fuego (en la segunda foto, se puede apreciar, en los reflejos de los ojos de los contrincantes, las siluetas de los observadores y fotógrafos)


En este caso, una culebra (Oxybelis aeneus) ataca a una lagartija (Ameiva quadrilineata) por una pata trasera, pero ésta se revuelve y muerde la boca a la culebra. Fijaos que la parte inferior de la foto lo que aparece no son ramas, sino más culebra, que tenía completamente rodeada a su comida



Tras mucho forcejear (más de una hora así) la lagartija va notando los efectos del veneno en su pata mordida, en la que se podía apreciar ennegreciemiento. La culebra, sin miembros con los que manipular el alimento, y gracias a su habilidad para desencajar las mandíbulas inferiores, fue dando la vuelta a la lagartija, hasta empezar a engullirla por la cabeza...




...Y la lagartija, acaba sucumbiendo irremediablemente. En este punto, la lagartija de vez en cuando todavía movía la cola

Una foto de esta caza tomada por Ramón, fue publicada recientemente en el Boletín de la Asociación Herpetológica Española.
Y para finalizar, una foto de aquí mismo. Los animales aquí, cuentan con la ventaja de recibir mucho calor, así que son más activos y difíciles de fotografiar. Este lagarto (Petrosaurus thalassinus) es una especie endémica del sur de la Península de Baja California.

2 comentarios:

Carlos dijo...

La fotografía de la boa en la estantería es como mínimo curiosa. La secuencia serpiente-lagartija interesante de verdad.

Anónimo dijo...

Esta última fotos, la única nueva, está muy bien, mola.