21 enero 2010

Gigiri National Park

En realidad no es un parque nacional, pero es tan bonito que es así como llaman al complejo de las naciones unidas en Nairobi.
Y desde luego no desmerece; está en una zona, ya de por sí, muy bonita de la ciudad; completamente vallado, el complejo básicamente son las oficinas de la ONU rodeadas de jardines, con todos los servicios que se puedan necesitar: bancos, cafeterías, restaurantes, gimnasio, piscina, gasolinera sin impuestos y una tienda duty free, para los que podemos comprar en ella.
Las oficinas están dispuestas en edificios paralelos de tres alturas máximo y entre ellos unos grandes y muy bien cuidados jardines, donde se pueden ver 120 especies de aves, monos e incluso ayer vimos una mangosta coliblanca.
Entre cada planta hay unos pequeños patios abiertos donde hay estanques con plantas acuáticas y peces (que yo cambiaría por ranas, mucho más eficaces para comerse los mosquitos) que se comunican de una planta a otra. Todo ello con árboles, plantas y flores tropicales espectaculares.
Hay una zona central donde están las salas de congresos, la biblioteca y el restaurante principal, así como los bancos, la oficina que te ayuda a hacer toda la burocracia que conlleva trasladarse legalmente a un país, el centro de formación...
Además de los jardines entre los edificios, hay un gran jardín que conecta con el Centro Recreativo y con el camino naturalista, donde se puede dar un paseo por un bosquecillo con lagunas con patos y demás.
La gestión del complejo es ejemplar, y aunque en Nairobi no separamos las basuras, en el complejo se cuida hasta el último detalle. Con los restos orgánicos se hace compost que se usa para fertilizar los jardines, ya que no se usan abonos químicos. Las aguas grises se depuran en piscinas de oxigenación y el agua se usa para regar los jardines, aunque desde hace un par de años han empezado a sustituir las plantas foráneas por las autóctonas de la zona, para minimizar los riegos.
Con los restos de poda y ramas caídas se hace carbón vegetal y leña que se vende en la gasolinera (mucha gente lo usa para barbacoas) y de las ramas caídas de algunas acacias se sacan las púas y se usan, al modo massai, como palillos de dientes, también a la venta.
Hay colmenas por todo el complejo que no se tratan con químicos ni antibióticos y la miel resultante también es vendida.
Además, para asemejar al máximo el ecosistema a como era, hay zonas del jardín que no se riegan, de modo que en la época seca se agostan, pero así se favorecen las plantas autóctonas de la zona.
Lo que más me ha sorprendido es que por ejemplo, tras unas obras de acondicionamiento, los marcos de madera de las puertas se usaron para el suelo de la cafetería y las persianas para construir los arcones de compostaje. La verdad es que está todo muy bien pensado.
Además de disfrutar del entorno, conectarme a internet a una velocidad decente, comer con Mónica y hacer deporte, ayer comencé un curso de inglés. Empiezo a tener el síndrome de amo de casa estresado.
Me han puesto en el máximo nivel lo que me decepciona un poco ya eso supone que no tienen más que enseñarme, cuando yo siento que tengo mucho que aprender. Al final del curso me presentaré a algún examen para sacar algún título, pero con este nivel, ya podría trabajar aquí.

Plano del complejo de las naciones unidas en Nairobi. Mónica está en el edificio U, a la derecha en la segunda fila el primer edificio por la derecha entre dos estanques


Mónica haciendo que está ocupada en su despacho. En el borde de la mesa, en la placa blanca pone su nombre, sin acentos, pero bueno


Mónica posa en un pasillo que da a un aparcamiento. El árbol de detrás está lleno de flores


La cafetería y restaurante


Los jardines entre los edificios en la zona donde está Mónica


Otra vista de los jardines entre los edificios


El edificio donde trabaja Mónica. Desde su ventana de vez en cuando ve monos y todo tipo de pájaros


En el Centro Recreativo, con la piscina al fondo. La semana que viene empiezo a ir, aunque la verdad no hace una temperatura que apetezca mucho meterse


Un ibis hadeda, ejemplo de las aves que se ven por toda la zona


Un mono samanga en un árbol. Como casi todos los monos que he conocido, te mean si ven que estás debajo.
No, no me dio


Unos cuantos árboles a la entrada de la piscina


Una acacia amarilla o árbol de la fiebre. Este árbol es muy bonito, con un color muy claro que destaca en el bosque. Les gusta mucho a los elefantes, que los tumban y arrancan la corteza para comérsela ya que contiene alcaloides que les resultan muy beneficiosos, pero que pueden dar fiebre a los humanos


Unas ramas de otra acacia


Estambres de una flor en el jardín

Y eso es todo, espero no haberme saltado alguna norma de seguridad de la ONU y que vengan ahora a cerrarme el blog.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Como habéis podido comprobar, trabajamos y vivimos en una burbuja... Cuando nos conectemos con el Nairobi de verdad probablemente no nos atrevamos a llevar la cámara con tanta soltura, así que ¡tendréis que venir a verlo con vuestros propios ojos!
besos a todos los fieles seguidores del blog del ña
Mónica

Anónimo dijo...

Qué pasada! me ha sorprendido la verdad, menudo tinglado hay montado...enhorabuena...sois unos aunténticos y admirables cracks!
Besotes,
Elena

Cecília Brosig (Ciça) dijo...

Iñaki y Moni,
Que "saudades"!!! (Me lo imagino, Iñaki que ya debe saber lo que es saudade... no???)
Puft, qué lindo y "imponente" dónde trabaja Moni...
Besitos a los dos!!!
Ciça