Hay varias noticias que este verano nos han estado bombardeando desde todos los ángulos, pero quizá la de mayor alcance mediático ha sido la de los incendios gallegos.
Desde luego se pueden comentar bastantes cosas de esto, desde que es algo recurrente como nos recuerda la, por muchos denostada, ONG Greenpeace, hasta que la preocupación mediática probablemente sea desmesurada y seguramente basada en conceptos a todas luces equivocados.
Pero claro, estos conceptos son casi imposibles de hacérselos comprender a los periodistas, colectivo éste con muy poca formación general y nula, o casi, formación ambiental, salvo los de la APIA, que en general escriben en revistas especializadas y no en los medios que habitualmente consultamos, por lo que no cuentan.
Cuando visité Asturias recientemente, traté de explicar a mis acompañantes (a los que considero más cultos e inteligentes que la media nacional y desde luego mucho más que los periodistas) que lo que básicamente se quemaba no eran bosques sino cultivos. A partir de ahí cada vez que veían un conjunto de árboles me preguntaban, no sin cierta sorna, si eso era bosque o cultivo y me percaté que si para ellos era difícil… para los periodistas… ¡imposible!
Pero, ¡oh! sorpresa, el otro día leí un suplemento publicado por "El Mundo" que se llama Natura (y que no está publicado en la red) y el titular de portada era:
Desde luego se pueden comentar bastantes cosas de esto, desde que es algo recurrente como nos recuerda la, por muchos denostada, ONG Greenpeace, hasta que la preocupación mediática probablemente sea desmesurada y seguramente basada en conceptos a todas luces equivocados.
Pero claro, estos conceptos son casi imposibles de hacérselos comprender a los periodistas, colectivo éste con muy poca formación general y nula, o casi, formación ambiental, salvo los de la APIA, que en general escriben en revistas especializadas y no en los medios que habitualmente consultamos, por lo que no cuentan.
Cuando visité Asturias recientemente, traté de explicar a mis acompañantes (a los que considero más cultos e inteligentes que la media nacional y desde luego mucho más que los periodistas) que lo que básicamente se quemaba no eran bosques sino cultivos. A partir de ahí cada vez que veían un conjunto de árboles me preguntaban, no sin cierta sorna, si eso era bosque o cultivo y me percaté que si para ellos era difícil… para los periodistas… ¡imposible!
Pero, ¡oh! sorpresa, el otro día leí un suplemento publicado por "El Mundo" que se llama Natura (y que no está publicado en la red) y el titular de portada era:
¡Alto el fuego!
y con titulares más pequeños:
Los expertos dicen que no arden bosques verdaderos sino cultivos forestales…
El titular me alegró por dos motivos, el primero, de índole vanidoso, porque parece que me lo hubieran robado de mis conversaciones con mis amigos y quizá ellos lo leyeran y acabaran por entenderlo. Y el segundo, de índole... de otro índole, porque parece que alguien mejor preparado que la media en estas lides ha conseguido un puesto en "El Mundo".
Y esto me lleva a un segundo capítulo de "no me gusta" en el ámbito exclusivo de mi profesión, que no profesión exclusiva.
No me gusta que los ingenieros (principalmente de montes y agrónomos, pero también de caminos, ¡qué paradoja!) puedan firmar estudios de impacto ambiental, y menos si son sobre sus impactantes proyectos.
No me gusta que la profesión de biólogo de campo sea la afición de muchos (escribe "voluntariado ambiental" en google y tendrás más de tres millones de entradas ¡sólo en español!) dispuestos a hacer el trabajo de los profesionales gratis.
¿Acaso dejaríamos que un aficionado al derecho que se ha tragado todas las series de abogados creadas y por crear, nos defendiese? ¿Viviríamos en un edificio diseñado por un arquitecto voluntario en sus ratos libres y construido por un albañil voluntario? o lo que es más obvio, ¿nos someteríamos a una operación quirúrgica dirigida por alguien sin más titulación que ser adicto a "Hospital Central" y "Urgencias"? Pues ¿porqué permitimos que trabajos de gran precisión y responsabilidad como anillar pollos de flamencos en la laguna de Fuente de Piedra (por poner uno entre mil millones de ejemplos) sean llevados a cabo por voluntarios?
La respuesta es muy simple, en el fondo el medio ambiente no le importa a (casi) nadie.
No me gusta que en el fondo el medio ambiente no le importe a (casi) nadie.
No me gusta que en el mundo empresarial se meta en el mismo saco (léase departamento) el medio ambiente, con la calidad y los riesgos laborales. Esto demuestra que tanto las ISO de calidad como los riesgos que puedan correr los trabajadores, en el fondo, importan lo mismo que el medio ambiente, (casi) nada.
No me gusta que en algunas comunidades autónomas para ser director de un Parque Natural has de ser ingeniero de montes, exclusivamente. ¿Pero qué saben ellos de la naturaleza? Lo único que saben es plantar pinos (que al fin y al cabo todos lo sabemos hacer).
No me gusta la utilización electoralista que hacen los políticos del medio ambiente, pero menos me gusta el hecho de que en realidad podrían no hacerlo y la gente ni se enteraría, porque como ya he dicho, el medio ambiente, en el fondo, no le importa a (casi) nadie.
Para terminar en positivo, me gusta demasiado la naturaleza como para permitir que esto siga ocurriendo, y será bien recibido cualquier "no me gusta" relacionado con esto para estar, al menos, mejor informados.
Y esto me lleva a un segundo capítulo de "no me gusta" en el ámbito exclusivo de mi profesión, que no profesión exclusiva.
No me gusta que los ingenieros (principalmente de montes y agrónomos, pero también de caminos, ¡qué paradoja!) puedan firmar estudios de impacto ambiental, y menos si son sobre sus impactantes proyectos.
No me gusta que la profesión de biólogo de campo sea la afición de muchos (escribe "voluntariado ambiental" en google y tendrás más de tres millones de entradas ¡sólo en español!) dispuestos a hacer el trabajo de los profesionales gratis.
¿Acaso dejaríamos que un aficionado al derecho que se ha tragado todas las series de abogados creadas y por crear, nos defendiese? ¿Viviríamos en un edificio diseñado por un arquitecto voluntario en sus ratos libres y construido por un albañil voluntario? o lo que es más obvio, ¿nos someteríamos a una operación quirúrgica dirigida por alguien sin más titulación que ser adicto a "Hospital Central" y "Urgencias"? Pues ¿porqué permitimos que trabajos de gran precisión y responsabilidad como anillar pollos de flamencos en la laguna de Fuente de Piedra (por poner uno entre mil millones de ejemplos) sean llevados a cabo por voluntarios?
La respuesta es muy simple, en el fondo el medio ambiente no le importa a (casi) nadie.
No me gusta que en el fondo el medio ambiente no le importe a (casi) nadie.
No me gusta que en el mundo empresarial se meta en el mismo saco (léase departamento) el medio ambiente, con la calidad y los riesgos laborales. Esto demuestra que tanto las ISO de calidad como los riesgos que puedan correr los trabajadores, en el fondo, importan lo mismo que el medio ambiente, (casi) nada.
No me gusta que en algunas comunidades autónomas para ser director de un Parque Natural has de ser ingeniero de montes, exclusivamente. ¿Pero qué saben ellos de la naturaleza? Lo único que saben es plantar pinos (que al fin y al cabo todos lo sabemos hacer).
No me gusta la utilización electoralista que hacen los políticos del medio ambiente, pero menos me gusta el hecho de que en realidad podrían no hacerlo y la gente ni se enteraría, porque como ya he dicho, el medio ambiente, en el fondo, no le importa a (casi) nadie.
Para terminar en positivo, me gusta demasiado la naturaleza como para permitir que esto siga ocurriendo, y será bien recibido cualquier "no me gusta" relacionado con esto para estar, al menos, mejor informados.
5 comentarios:
No tengo ni muchos conocimientos ni cuento con muchas experiencias relacionadas con el medio ambiente, pero para que sirva como un dato más de invisibilidad contradictoria del medio ambiente.En el curso que estoy realizando por la mañana el módulo de medio ambiente nos le han facilitado por un cd...
no nos hemos quejado y así como en otras cosas que vemos y pasan con el medio ambiente...
Pues sí... al menos un cd contamina menos que imprimir toda la información que llevará.
Kika, he perdido tu blog, me gustaba mucho tu "sección" de "sabías que...", ¿puedes darme el enlace?
Gracias
jejeje sección sabías que... ni yo misma sé que tengo sección sabías que..
gracias iñaki (pero igual te confundes)
de todas formas pincha en mi nombre y ahí lo tienes.
pues sí Kika, me he equivocado del todo, pero he leído unas entradas de alguien que se llamaban, "sabías que..." y eran muy interesantes, si lo encuentro lo digo, aunque a lo mejor lo conoces mejor que yo.
Un saludo
¡¡¡Hola Iñaki!!!, felicidades por tu blog, esto lo primero. Quería decirte que a mi tampoco me gusta nada de nada que a nadie le importe el medio ambiente. El planeta es nuestro hogar y cuando las personas no se preocupan por su propia casa ya es de juzgado de guardia, sinceramente no entiendo. Parece que en este país lo realmente importante es que gane el Real Madrid...
Yo también amo la montaña, no escalo ni nada de eso(aunque lo intenté en su momento), pero si practico el senderismo. También pertenezco a esos locos catastrofistas de esa famosa ong como voluntaria en mis ratos libres y más féliz que una perdíz. Encantada de haberte leido y encontrado, te seguiré. Un saludo. Lorena.
Publicar un comentario