El fuerte rechazo a tener hijos se ha hecho más fuerte gracias a los tres hijos de mi hermana, y no es que no me gusten los niños o no lo pase bien con mis sobrinos, al revés, precisamente por eso se ha acrecentado ese rechazo: si tengo sobrinos, con todo lo bueno de los niños, ¿para qué quiero hijos, con todo lo malo de niños?
Esta semana estuve en Riaza donde, a falta de mi hermano de viaje por EEUU y mi equivalente de mujer en Mozambique, nos juntamos toda mi familia, padres, hermana mayor y familia y hermana menor.
Estuvimos en algunos de los muy bonitos sitios que hay cerca de esta población en la Sierra de Ayllón, con increíbles melojares, quejigares, y tres de los hayedos más meridionales de la península. Además cuenta con los pueblos rojos y los pueblos negros entre Segovia y Guadalajara y varios pueblos realmente bonitos y llenos de historia en un radio de menos de una hora en coche.
Mis sobrinos, Juantxo y Blanca, subidos a unas piedras. Lo bueno de los sobrinos que no puedes hacer con los hijos: cuando te cansas de ellos se los quedan sus padres
1 comentario:
Pero que bonito!!
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