05 octubre 2007

Caótica Mónica

La verdad es que soy bastante ordenado, organizado y ortodoxo en mi manera de hacer las cosas, y eso a pesar de mi aversión al "orden establecido" y mi tendencia francamente iconoclasta.
Cualquiera diría que las cosas salen bien gracias al orden, la organización y la ortodoxia y que son tres características ligadas a la consecución de metas y objetivos ambiciosos y elevados.
Por el contario, el desorden, la desorganización y la heterodoxia suelen estar vinculadas con la consecución de metas y objetivos menos elevados o directamente con el fracaso.
En un libro muy popular en EE.UU actualmente, se alaba el desorden y el caos como paradigma de la creatividad, rompiendo así los esquemas de todos los padres del mundo que insisten, hasta el infinito y más allá, en que mantengas el orden, seas organizado y te atengas a la ortodoxia social de cada momento (claro que de haber cumplido ésto todo el mundo, éste sería de lo más aburrido).
Justificando el desorden como algo positivo basándose en este libro, se están diseñando escritorios digitales desordenados para ordenadores (lo cual es una auténtica paradoja y quizá nos lleve a recuperar el nombre de computadoras para tan familiar electrodoméstico con el fin de deshacer tal sinsentido) y que quizá ayuden en su creatividad a esas personas que todos conocemos y que son más de los desordenados, desorganizados y heterodoxos que de los otros.
En el tiempo que llevo que Mónica, y habiendo trabajado prácticamente lo mismo y con parecidas responsabilidades, yo con mi orden, organización y ortodoxia no he podido sacarme la última asignatura de Biología que me falta para licenciarme, mientras que ella con su autogenerado caos (o a través de él) se ha sacado sobresalientemente, la mitad de un doctorado (¡y a pesar de su tutor!).
¡Enhorabuena!

Típica mesa de trabajo de Mónica durante la época en que vivíamos en Costa Rica

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Enhorabuena a Mónica!
De todas formas, lo contrario de orden es desorden. Yo soy una persona desordenada pero no caótica, mientras Marta es totalmente caótica, su vida fluye entre el orden y el desorden a intervalos irregulares. En mi caso, cuando llego a mi grado de desorden máximo, ordeno todo y vuelta a empezar (en ecología seríamos los ejemplos perfectos de modelo dinámico en equilibrio y modelo no en equilibrio). Y la diferencia se nota nuevamente, ella es Fulbrigth y yo tengo una mierda de beca del Gobierno Mexicano.
Habrá que ver

Carlos dijo...

Hola Iñaki.

Me imagino que te habrán entregado con la cinta una pequeña guía, está bastante bien. Si buscas por internet obtendrás bastante información sobre técnica en el slack.
Los pequeños trucos de los que te hablé son sencillos pero necesarios:
a) Para evitar el balanceo de la pierna de ataque (cuando subes a la cinta) lo mejor es plantarte rápido en la cinta (casí de golpe).
b) Los brazos extendidos te ayudarán mucho a mantener el equilibrio muevelos como si fueran en un mismo bloque.
c) La secuencia más simple son los dos primeros pasos, si das dos pasos puedes dar tres, si das tres puedes dar cuatro.
d) importante: para empezar utiliz árboles que no está a más de 5 metros, .....verás que la zona más complicada es siempre la mitad del recorrido .... y cuando los árboles están muy separados ...pues eso se mueve demasiado.
e) caminar hacia atrás es más fácil que hacia adelante (por lo menos para mi), no pienses que es algo complicado.
f) al principio como ya he dicho distancia corta entre árboles, si quieres divertirte más sólo tienes que aumentar poco a poco la distancia de la cinta al suelo (para más adelante aumentar la distancia entre árboles).
g) IMPORTANTE. Por lo que he leído en el blog sueles dedicarte a educación ambiental, estudia la posibilidad de incorporar la cinta de equilibrio (cuando la domines) para explicar la sensibilidad de los ecosistemas ante cualquier agente externo (que siempre genera un desquilibrio y algunas ocasiones el no puede reestablecer el equilibrio oringinal). Como curiosidad decierte que yo he utilizado los malabares para las clases de eduación vial con fin de que entiendan que no es posible ejecutar dos tareas complejas a la vez (conducir y hablar por teléfono) y la actividad ha sido de 10.

Suerte y por la cinta

Anónimo dijo...

Muy buenas, Iñaki,

yo, como Mónica, soy caótico. Soy de los que piensa que para que no se pierda un papel no hay que ordenarlo, sino fotocopiarlo (o imprimirlo) muchas veces y dejarlo en diferentes sitios. El orden no garantiza el éxito. Ni el desorden tampoco. Es únicamente una circunstancia más.

Recuerdo cuando era más pequeño que mi padre me intentaba conducir al mundo de los ordenados. No fue capaz, y a mis 37 ahora ni me lo planteo.

Así que enhorabuena a Mónica, y a ti....... Pues no sé. Te diría que te comprases la asignatura.

Un abrazo.

Cholo