31 octubre 2007

Pase lo que pase ¡No corras!

Ése, en inglés, es el título de un libro surafricano que pude ojear en Johanesburgo, sobre experiencias de guías de safari en África.
Y el subtítulo: "Lo único que corre en África es la comida"
Los primeros días en África están siendo mucho más intensos de lo que esperaba.
Ayer estuve viendo un montón de animales beber, bañarse y refrescarse en un pequeño estanque que hay justo en frente de mi tienda (otro día enseñaré mi tienda, más parecido a las tiendas de "Mogambo" que a las de cualquier campamento que haya estado).
Por la tarde acompañé a Mónica a Vinho, pequeña comunidad al otro lado del río. Y en este pequeño detalle reside lo interesante.
El otro lado del río Pungué está al otro lado de donde estábamos nosotros, por lo que si quieres pasar a ese lado que está al otro lado, una de dos: o lo cruzas andando, posibilidad aceptable en la época seca, o lo cruzas en una pequeña canoa que está todo el día conectando ambos lados.
No estamos todavía en la época húmeda, pero el otro lado del río ya estaba lo suficientemente lejos como para coger la canoa, más cuando nos han dicho que todos los años muere alguien en el río por los cocodrilos.
Lo que no nos han dicho es si los cocodrilos pelan los cacahuetes o se los comen con cáscara.

El cascarón lleno de cacahuetes y "relleno de chocolá"

De todas formas el cascarón que llaman canoa nos pasó al otro lado (y luego nos regresó a este lado), visitamos la comunidad, y vi mi primer baobab.
Precioso, enorme, sin hojas y con un letrero en su base: "Oficina de Censo".
Así, sin ninguna flecha.
El baobab era la oficina.

Los niños nos acompañan al río, con la oficina del censo al fondo

Los niños del pueblo me cantaron una canción de bienvenida. Uno hacía de director, cantaba sólo y luego los demás, con un chorro de voz que no sabes de dónde salía, la repetían. Así unas cuantas veces. Yo ya no sabía cómo decir "muito obrigado", que es lo único que ando diciendo por aquí desde que he llegado.

Mónica entre el coro después de su actuación (la del coro, digo)

Esta mañana Tony, unos de los guías de safari, me ha avisado para que le acompañara a localizar unos hipopótamos cerca del río. Yo encantado, además para buscar hipopótamos no me tengo ni que poner las gafas.
El caso es que hemos ido a lo que para los turistas es un safari (¡mi primer safari!) y he visto un montón de cosas. Tres especies de antílopes, jabalí berrugoso o facóquero, babuinos, cocodrilos, varano del nilo, un montón de aves y muchos montones de mierda de elefante e hipopótamo.
Cada vez que bajábamos del coche (está prohibido bajar de los coches), Tony me advertía de lo peligroso que es (sic). En una de esas me dejé la puerta del coche abierta (total, si nadie se baja del coche, ¿quién lo va a robar?) y me dijo que debía cerrarla porque si venía un elefante la podía arrancar.
De un trompazo supongo.
Antes de avanzar un metro, Tony se pone las manos en las orejas y hace una parábola que dirige a todas partes secuencialmente para verificar que no hay "elefantes en la costa". Nos asomamos al río y nada, mucha mierda de hipopótamo, algunas huellas, y ya.
Por cierto, es verdad: Los guías de safari meten la mano en las mierdas, evalúan su temperatura "digitalmente" y dicen con aplomo cosas como: "es de anoche", "la depositó esta mañana", o, "es fresca, debe estar cerca".
Aunque no he visto ni elefante ni hipopótamo, mi primer safari ha sido un éxito, sobre todo teniendo en cuenta que cinco minutos antes no sabía que me iba de safari.

El encargado de comerse los bichos de nuestra tienda. ¡Y tenemos luz eléctrica!

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Así que lo de ir a correr para bajar barriga como que ni de coña no!!
Bueno me alegro de tus gratas primeras impresiones. A ver si me duran unos cuantos años alla para poder ir a visitarlos
un abrazo

Cristina López Coloma dijo...

Genial! el cronista ha llegado a Mozambique. Con tu blog es muy fácil imaginarse cómo es Gorongosa, y espero seguir leyendo tus próximas entradas, que junto con los mails de Moni me acercarán un poco más África. YA que no sé si llegaré a ahorrar lo suficiente para ir a veros.
GRAcias por las fotos, me encanta el baobab!
Cuidaos mucho y cuidado con los ojos brillantes en mitad de la noche.
Un besote
Crispu