Esta mañana mientras subía mi Tourmalet particular, veía el canal internacional de 24 horas de noticias de la BBC, donde estaban consternados porque desde hace 36 años no hay un partido con mayoría absoluta en el parlamento británico.
La tercera fuerza política, a pesar de tener sólo un 6,2% menos de votos que la segunda y un 13,3% que la primera, tenía 199 y 245 escaños menos respectivamente (datos no actualizados y que pueden variar un poco).
Haciendo una simple regla de tres, se ve que de haber una relación porcentual real y basándonos en los escaños obtenidos por la fuerza más votada, al tercer partido le corresponderían 188 escaños en lugar de 54. Por supuesto Nick Clegg, el candidato de este partido ha basado su campaña, infructuosamente y además ha obtenido más votos y menos escaños que las pasadas elecciones, en el cambio de este sistema.
Sucede lo mismo en España: no interesa ese cambio.
Y no interesa porque los que perderían son los únicos con posibilidades reales de gobernar hoy en dia, tanto en España como en Gran Bretaña y mientras mantegan el status quo, tendrán menos posibilidades de perder y por tanto más posibilidades de ganar (lícita e ilícitamente).
Hace unos días salió Cristóbal Montoro diciendo que "no estamos para inventos" ante la posibilidad de una tercera fuerza gobernante. Y claro, con la que está cayendo como para repartir el pastel entre más de dos...
El bipartidismo me parece la peor opción política de una democracia, al final no deja de ser una dictadura de dos partidos, que hacen y deshacen a su antojo.
Y así, en España, estamos completamente supeditados a dos partidos, a dos corrientes de opinión, a dos manera de ver las cosas y, básicamente, a una misma forma de gobernar; cuando con una ley electoral más justa, tendríamos más partidos, más corrientes de opinión y más maneras de ver las cosas, y quizá, sólo quizá aunque lo dudo, a una manera diferente de gobernar.
Lo ideal sería que los únicos partidos nacionales (IU y UPyD) con posibilidades de algo, sacaran muchos más escaños de los que sacan (al menos los que les corresponden proporcionalmente), rompieran el bipartidismo y se aliaran con alguno de los dominates para gobernar de un modo, al menos, más diverso y menos cacique.
Para eso el electorado tendría que cambiar mucho y, viendo las encuestas, parece que eso está lejos de suceder: en las zonas donde los casos de corrupción más azotan, más se afianzan los partidos gobernantes.
Supongo que no será políticamente correcto decir que la democracia es estúpida, puesto que votar con los resultados que se dan en España es estúpido, lo que hace a la mayoría de los votantes igualmente estúpidos.
Y si a alguien le molesta que tilde de estúpido a la gran mayoría del electorado español, que eche un vistazo al gobierno, eche un vistazo a la oposición, reflexione y trate de convencerme que no es de estúpidos dar un voto de confianza a toda esa gentuza.
Y sí, en las noticias internacionales de la BBC, durante los 50 minutos que he estado pedaleando y los 40 subiendo escalones, sólo se ha hablado de las elecciones británicas.
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